Cuando llegue la prometida Internet de alta velocidad, los jóvenes emprendedores cubanos que están innovando en el universo de los negocios informáticos, seguirían frenados si no se superan vacíos legales y otras limitaciones del creciente sector no estatal.
“Necesitamos muchísima Internet, al igual que cambios en la estructura de los negocios privados, como poder firmar contratos con empresas extranjeras e importar tecnología”, aseguró a la agencia de noticias IPS el joven de 25 años Pablo Rodríguez, un cubano líder del equipo que creó la popular aplicación Conoce Cuba para teléfonos inteligentes y computadoras.
Las autoridades cubanas anunciaron, sin detallar la estrategia y ni las vías para lograrlo, que masificarán Internet y entrará la banda ancha en el país con más baja conectividad de América Latina, como parte de la reforma económica, social y política del gobierno socialista que cede espacio al sector privado y vive su deshielo con Estados Unidos.
Hasta ahora la meta pública en este país de 11,2 millones de personas es que la mitad de los hogares tengan acceso a Internet en 2020 y 60% de la población cuente con teléfono móvil.
Pero proyectos como Conoce Cuba, un directorio gratuito para los usuarios que desde 2013 funciona fuera de línea, revelan otros nudos padecidos por los emprendedores locales en las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (NTIC).
Los “peros” del gobierno castrista
En busca de legalidad, cada uno de los programadores sacó una licencia como informático privado. “Quisiéramos en realidad convertirnos en una cooperativa para tener personalidad jurídica, realizar más actuaciones como mejores contratos con empresas estatales y pagar menos impuestos”, indicó Rodríguez, quien se queja de la lentitud del gobierno cubano por aportar soluciones en esta área.
“Ser una cooperativa no agropecuaria es muy difícil. No conozco ninguna de informática que haya obtenido el permiso”, dijo, sobre por qué no presentan un proyecto a las autoridades, que en diciembre de 2013 abrieron a 47 actividades, entre ellas los servicios informáticos, esta forma económica muy extendida en el agro.
Aprobadas por el consejo de ministros cubano, actualmente operan 351 cooperativas de este tipo en los sectores de la industria manufacturera (49), suministro de electricidad, gas y agua (4), construcción (61), comercio y reparación de efectos personales (130), hoteles y restaurantes (87), transporte y almacenamiento (6), servicios a empresas e inmobiliarias (6) y servicios comunales (8).
“El Ministerio de la Informática y las Comunicaciones tiene que saber la necesidad de potenciar en Cuba empresas y la economía del conocimiento”, opinó Rodríguez.
Con 201 actividades permitidas, circunscritas a algunos servicios y la producción, el trabajo privado vive un crecimiento sostenido desde su flexibilización en 2010. El país registra más de 504.600 personas en estas modalidades, de las cuales alrededor de 31% son mujeres e igual proporción jóvenes.
“Nosotros generamos empleo. Tenemos una red de colaboradores que recoge información actualizada de todo el país, excepto en la provincia de Granma (en el oriente)”, explicó Rodríguez sobre el directorio, que usa el GPS, (sistema de posicionamiento global), y reúne datos útiles como dónde hospedarse o comer, centros de salud, bancos, cultura y deporte.
Quienes sí pagan un alto impuesto al gobierno cubano por estar incluidos en el directorio “son las casas de renta (pequeños hostales privados en viviendas) y los restaurantes”, detalló el graduado de ingeniería automática. “Y ponemos mucha información necesaria del Estado, sin cobrar por ello”, amplió sobre el producto que mantiene además un sitio digital y un blog, con más de 1.000 visitas diarias cada uno.
Al cierre de 2014, Cuba superó los tres millones de usuarios con acceso a Internet y el servicio de la telefonía móvil estaba contratado por más de dos millones y medio de abonados, según datos de la única y estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa). Un millón de usuarios usa la plataforma Nauta para el servicio de correo electrónico en celulares.
Las conexiones residenciales, en su mayoría muy lentas, siguen restringidas a algunos sectores profesionales como médicos, periodistas e intelectuales. Mientras, las autoridades amplían desde 2013 los servicios de Internet en sitios públicos como hoteles, salas de navegación y avenidas y parques donde ha instalado redes inalámbricas (wifi).
Innovadores como Rodríguez, funcionarios, activistas, especialistas, ejecutivos de empresas estatales e inversionistas extranjeros, participaron en el seminario “Internet y economía: perspectivas y oportunidades para el futuro cubano”, una iniciativa de los blogueros cubanos Taylor Torres y Norges Rodríguez que se celebró el 1 y 2 de octubre.
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