El mercado de los smartphone sigue siendo el gran reto de las compañías que luchan por sobrevivir y, en el caso de Samsung, rescatar sus cuotas de mercado.
Motorola, Ericson, Sony. Nokia. Blackberry. Podríamos seguir: grandes marcas han perdido las simpatías de los usuarios en forma más o menos inesperada. Así, durante cuatro años, Samsung Electronics ha disfrutado del éxito de sus teléfonos inteligentes Galaxy, generando miles de millones de dólares en un mercado donde compite con Apple en el segmento de telefonía móvil de alta tecnología.
Pero los próximos años serían más sombríos para el gigante surcoreano, que se verá obligado a reducir precios y aceptar menores márgenes en su división de telefonía móvil si quiere superar a rivales como las chinas Huawei Technologies Co Ltd y Xiaomi Inc, en el segmento medio a bajo del mercado.
La trampa Android
Detrás de la revisión de la realidad de Samsung está el hecho de que la compañía ha mantenido el mismo sistema operativo Android utilizado por sus competidores de bajo costo.
“Hay algo que siempre ha estado claro para cualquier fabricante del sistema Android: cuando los hardware del segmento bajo del mercado sean ‘lo bastante buenos’, no habría razón para comprar una marca de alta calidad”, dijo Ben Thompson, analista de Stratechery.com en Taipei.
Los márgenes de la división de telefonía móvil de Samsung cayeron durante el segundo trimestre a 10,6 por ciento, desde 15,5 por ciento en el mismo periodo del año anterior, pese al lanzamiento en abril de su modelo Galaxy S6 que fue aclamado por la crítica.
Monetizar el tamaño
Samsung sigue siendo el mayor fabricante mundial de teléfonos inteligentes pero es Apple el que está cosechando gran parte de los beneficios.
Samsung dijo la semana pasada que seguirá intentando maximizar su rentabilidad y cuota de mercado, anunciando planes de lanzar nuevos teléfonos de alta calidad con pantallas más grandes así como nuevos dispositivos de bajo costo.
Inversores y analistas dijeron que el grupo está en lo correcto al seguir empeñado en un negocio que continúa registrando fuertes ganancias aun cuando coinciden en que Samsung no podrá competir con Apple en el mercado de teléfonos de alta gama en base al hardware y que continuará detrás de la firma estadounidense ante la falta de un importante avance tecnológico.