La compañía de procesadores está introduciendo nuevos sensores en sus chips de servidor para ayudar a las empresas a mejorar la eficiencia de los sistemas de refrigeración de centros de datos con el fin de reducir costos y prolongar el tiempo de vida de los equipos.
Intel ha anunciado que incorporará nuevos sensores para medir las temperaturas de entrada y salida de sus servidores, así como de los sistemas de refrigeración que las controlan. Los chips de la compañía incluyen ya sensores para la medición del consumo energético de los equipos, según ha explicado Jay Vincent, arquitecto jefe de soluciones de la división de cloud computing de alta densidad de Intel.
Con las nuevas funcionalidades, Intel pretende ofrecer una herramienta capaz de medir con precisión el calor de los centros de datos y detectar puntos calientes y puntos fríos. Además, la nueva tecnología permitirá llevar a cabo simulaciones que revelen cuál es la mejor forma de instalar el nuevo equipamiento TI para conseguir la mayor eficiencia en la refrigeración.
En el marco de la conferencia DatacenterDymamics, en San Francisco (Estados Unidos), Intel ha presentado los resultados de una prueba de concepto desarrollada por la compañía en Future Facilities, empresa especializada en software CFD (Computacional Fluid Dynamics) simulación de flujos de aire.
Según esta prueba, la incorporación de sensores en los chips permite que las herramientas CFD muestren con mayor precisión la forma en que el aire fluye dentro de los centros de datos, así como predecir la forma en que les afectará la introducción de nuevo equipamiento de TI.