A finales de junio el número de conexiones móviles HSPA ascenderá a nivel mundial a 500 millones, según datos de GSMA, convirtiéndose en la tecnología móvil de más rápido crecimiento hasta ahora. Además, LTE ha alcanzado un millón de conexiones tan sólo un año y medio después de que se lanzara su primera red comercial.
De acuerdo con las estimaciones de GSMA, la tasa de la adopción de la banda ancha móvil HSPA en sus primeros seis años es 10 veces superior a la de los comienzos de los teléfonos móviles 2G, cuando se introdujeron por primera vez a mediados de la década de los 90. Además, en los próximos cinco años, los operadores móviles invertirán casi 100.000 millones de dólares en HSPA, HSPA+ y en las redes de nueva generación LTE, que ofrecen velocidades de descarga máxima hasta de 100 Mbps, 10 veces más rápido que la conexión media de banda ancha en Estados Unidos en la actualidad.
Hoy más de 19 millones de conexiones HSPA se añaden cada mes, y se prevé que este tipo de conexiones sume mil millones a finales de 2012. Las redes LTE también se están introduciendo con rapidez, con un millón de conexiones ya efectuadas y una previsión de 300 millones de conexiones para 2015.
Más de 3.100 tipos de dispositivos utilizan ya soporte HSPA y ya hay 350 redes HSPA en 132 países del mundo. Además, 88 redes HSPA en 50 países se han actualizado a HSPA+, y se planea actualizar 52 redes más. HSPA+ ofrece unas velocidades máximas de descarga de 84 Mbps, alcanzando potencialmente los 168 Mbps en caso de utilizarse en bandas de espectro más ancho.
Banda ancha desde cualquier lugar
“La banda ancha móvil ha revolucionado completamente la manera en que nos comunicamos. Los teléfonos inteligentes son ahora dispositivos esenciales para la vida de muchas personas y se usan para todo, desde las redes sociales a la búsqueda de direcciones, para escuchar música o para transmitir contenido”, afirma Michael O´Hara, jefe de marketing de GSMA. “Paralelamente, hemos visto un gran aumento de los dispositivos conectados, como tabletas y portátiles, con gente que ahora confía en la capacidad de conectarse en cualquier parte.”
Según Joss Gillet, analista senior de Wireless Intelligence, “la banda ancha móvil ha ayudado a remodelar el paisaje tecnológico y ha aportado conexiones a Internet desde cualquier lugar en la palma de la mano. La rápida adopción de servicios de Internet móvil ha sido alimentada por una rápida erosión de los precios de los dispositivos, una demanda de ofertas y tarifas innovadoras, así como una expansión de la cobertura de redes. La implantación global de redes HSPA+ y LTE jugará un papel importante en la evolución de aplicaciones y servicios en nube. Sin embargo, la disponibilidad, regulación y fijación de precio del dispositivo son factores clave que dictarán el crecimiento en todas las regiones del mundo. En relación al LTE, la región de Asia Pacífico contabilizará el 43% de las conexiones en 2015, pero el crecimiento estará impulsado inicialmente por los desarrollos en América del Norte y Europa Occidental”.
Sin embargo, según GSMA, a medida que la demanda de banda ancha por parte del usuario continúa creciendo, se necesita más espectro para ofrecer la capacidad que se necesita para su soporte. Muchos gobiernos aún tienen que distribuir el espectro de “dividendo digital” en la banda 700-800 MHz, que quedará libre por la conversión a la televisión digital, y la banda 2.5-2.6 GHz, que se ha identificado globalmente por la ITU como la “banda de extensión 3G”. Hay también un próximo marco de expansión a través de la reorganización del espectro de las bandas de 900 MHz y 1800 MHz, que son usadas principalmente para redes 2G por cientos de operadores a nivel mundial.