Este renovado kernel aporta importantes novedades en lo que se refiere a la aceleración de procesos, lo que permitirá mejorar el rendimiento de las futuras versiones de sistemas operativos basados en su distribución, y con los nuevos procesadores disponibles en el mercado.El nuevo kernel 2.6.38 de Linux presenta realmente “algunos cambios profundos”, destacó su creador y director Linus Torbalds en un correo electrónico que anunciaba su disponibilidad. Esta nuevo kernel, además, ha sido desarrollada sólo 10 semanas después de que fuese presentada la versión previa.
Entre los cambios significativos también se encuentra el proceso de agrupación, el cual planifica los grupos de todos los procesos con la misma sesión ID como una única entidad. De hecho, un único programa puede generar varios procesos en un ordenador, que a su vez puede tener más recursos de lo necesario. Los partidarios destacan que el enfoque mencionado permitirá a los programas distribuir el tiempo de uso del procesador de manera más equitativa, dando como resultado final un mejor rendimiento general del sistema.
Por su parte, el tamaño de la caché para almacenar las direcciones de memoria de consulta frecuente se ha ampliado, dado que los procesadores modernos soportan tamaños más grandes. De este modo, las aplicaciones pueden utilizar la caché con mayor frecuencia, así como reducir los tiempos de ejecución, para dar paso al siguiente proceso. Añadir en este punto que esta nueva versión de kernel soporta los nuevos procesadores Fusion de AMD.
El nuevo kernel también es la primera versión que soporta el protocolo de ruteo BATMAN (Better Approach To Mobile Ad-hoc Networking), un algoritmo pensado para toda la comunidad de redes inalámbricas que permite informar sobre la existencia de todos los nodos disponibles en una misma malla.
Linux 2.6.38 también ofrece una amplia variedad de ajustes, correcciones de errores, y mejoras como las mencionadas de gestión de memoria caché. También se incluyen un gran número de drivers actualizados. Los desarrolladores voluntarios utilizan el kernel de Linux en una amplia variedad de sistemas operativos en versión de escritorio y basados en servidores, tales como Red Hat Enterprise Linux, así como sistemas operativos como Android para dispositivos móviles.