Faltan 72 horas para que comiencen los XXXI Juegos Olímpicos. En Río de Janeiro la búsqueda de soluciones a la serie de inconvenientes tecnológicos continúa. Muchos se preguntan qué se ha hecho con los $ 1.500 millones dedicados a este segmento, un aspecto que nadie garantiza esté totalmente resuelto para el viernes 5.
CIO América Latina| Mario A. Beroes Ríos| @marioberoes22
Era el año de 1996 y se celebraba el centenario de los Juegos Olímpicos modernos. Atlanta, la sureña ciudad estadounidense, había sido electa como sede, y entre las novedades que se presentaban estaba el que los juegos contaran con una página web.
Para ser la primera vez, la novedad llamó la atención, a pesar de una serie de fallas que IBM no pudo resolver, entre ellos, la entrega de resultados a tiempo a un sinnúmero de medios de comunicación. Un problema que afectó la reputación de la empresa norteamericana.
Cuatro citas olímpicas después (Seúl, Atenas, Pequín y Londres), otras son las dificultades que enfrentan los organizadores y que permean a atletas, dirigentes, invitados, periodistas y al público en general, y que han puesto en entredicho la capacidad de Río de Janeiro para celebrar estos Juegos Olímpicos.
Elly Resende, es la persona que maneja todo lo referente al tema tecnológico relacionado con los JJOO. Ha repetido hasta la saciedad cómo se han invertido 1.500 millones de dólares de los proveedores y de qué forma se ha organizado el aparataje tecnológico, que debe dar soporte a las 206 delegaciones que acuden a este gran evento, teniendo en cuenta además la presencia de 25.000 periodistas.
Resende cuenta con 8.000 personas, que han estado involucradas en el ámbito tecnológico de los juegos. Él garantiza que “existe un conjunto de políticas, procedimientos y procesos y un equipo de operaciones capaz de actuar rápidamente en caso de que haya algún tipo de fallo”,
La compañía que tendrá la enorme responsabilidad de coordinar el Centro de Operaciones Tecnológicas en Río de Janeiro 2016 es Atos, y será desde dicho centro donde se monitorizarán y controlarán todos los sistemas TI.
“Atos está liderando la transformación de TI de los Juegos Olímpicos, que permitirá una experiencia de conexión global para cientos de miles de fanáticos deportivos en las sedes de los Juegos Olímpicos en Río así como para los miles de millones de espectadores en todo el mundo”, afirmó Patrick Adiba, vicepresidente Comercial y CEO de Grandes Eventos de Atos.
Cisco suministrará dispositivos de red y puntos wifi, 500 servidores y el equipamiento de un sistema para la prevención de intrusos, Symantec también asume parte de la responsabilidad de la seguridad informática y la compañía brasileña Embratel se encarga de las telecomunicaciones y proveerá de algunos servicios como las emisiones en directo.
En teoría todo pareciera ir bien, sin embargo todavía existen problemas con la red de aliados tecnológicos que quedó finiquitada con la firma de los contratos el pasado mes de mayo. A un poco más de 72 horas, trabajan para conseguir que todas las soluciones funcionen de manera simultánea en cada sede y además atender las exigencias específicas de cada Federación Internacional que concurre a Río de Janeiro.
Londres 2012 se llevó el título de “las olimpiadas más conectadas de la historia”, con 1,2 ‘petabytes’ (1.200 ‘terabytes’) de datos transferidos en la web deportiva más visitada del mundo, con un pico de casi 97.000 visitas a la página cada segundo.
La pregunta que flota en el ambiente es si Río de Janeiro podrá igualar este récord. Y es ahí donde los problemas golpean insesantemente a los organizadores y los responsables del ámbito tecnológico. El Ministerio de Comunicaciones de Brasil y el regulador de telecomunicaciones Anatel, atienden la demanda y a Aunque el CIO de Río 2016 asegura que las grandes operadoras podrán ofrecer una red robusta para el tráfico de datos, lo cierto es que algunos opinan lo contrario.
Tras estudiar el tiempo de respuesta de las webs brasileñas a lo largo de diez meses, la plataforma de rendimiento digital Dynatrance ha señalado que Brasil tiene dificultades para ofrecer una red inhalámbrica segura todos los usuarios, especialmente para dispositivos móviles, precisamente los que más tráfico web generarán.
Las apuestas y temores están centrados en si los esfuerzos por ofrecer wifi funcionan o las empresas de telecomunicaciones se ven desbordadas.
¿Y la seguridad?
El equipo de Resende ha designado la seguridad como un área clave y ha preparado un extenso proyecto de seguridad, dividido en nueve flujos de trabajo que van desde el conocimiento de las herramientas de protección al trabajo de monitorización o al seguimiento de los ataques, esto con el fin de estar preparados para actuar rápidamente si es necesario.
Reconoce además, que la seguridad total no existe. “No es apropiado para nosotros empezar diciendo que los Juegos son a prueba de fuego a este respecto, es realmente una materia en la que no deberíamos ser arrogantes”.relacionados con los posibles ciberataques.
Ibope: 60% rechaza los JJ.OO.
Aunque las autoridades deportivas, tanto las brasileñas como las del Comité Olímpico Internacional (CIO), intentan minimizar los problemas, una encuesta de la empresa Ibope informó que la mayoría de brasileros se muestra pesimistas ante los Juegos Olímpicos de Río 2016. Los cariocas consideran que la cita deportiva perjudicará al país, más que traer beneficios.
El estudio de opinión afirma que el 60% de los ciudadanos espera perjuicios ocasionados por las olimpiadas, mientras que un 32% confía en los beneficios del evento, indicó la encuesta publicada por O Estado de Sao Paulo. Hace dos años, antes del Mundial Brasil 2014, solo el 40% de la población se mostraba pesimista ante el evento. Hoy, la cifra es 20 puntos porcentuales por encima de ese dato.
La encuesta, realizada en base a entrevistas a 2002 personas en todo Brasil, demuestra claramente el descontento de sus ciudadanos con la organización de los Juegos Olímpicos. Otra encuesta publicada recientemente por el Instituto Datafolha, indicó que el rechazo a las olimpiadas se duplicó entre 2013 y 2016 , alcanzando a un 50% de la población brasilera.