Una vez más el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, reiteró la necesidad de reunir a los líderes de las principales empresas y grupos tecnológicos junto con los funcionarios encargados del sector vinculado a la inteligencia y la seguridad de Estado, con el fin de detectar mejor las amenazas terroristas en Internet.
El jefe de Estado estadounidense también discutió los obstáculos existentes para concretar dicha propuesta, en una era de aplicaciones de teléfonos inteligentes cifradas y chats de redes sociales privadas.
Algunos funcionarios del sector de inteligencia norteamericano han mostrado su preocupación ya que los terroristas están confiándose en los datos cifrados para ocultar sus planes. Al mismo tiempo, muchos líderes de alta tecnología se preocupan de que atacar el cifrado erosionará la privacidad personal.
“Tenemos que revisar lo que podemos hacer a nivel técnico, así como de conformidad con nuestras leyes y valores; cuestiones que tratamos de discernir y encontrar algunas de las posibles amenazas que pueden estar ahí”, dijo Obama en su conferencia de prensa final del año.
Sin embargo, Obama también expresó su preocupación por la protección de la privacidad personal en las comunicaciones por Internet y la dificultad de interceptar comunicaciones privadas
“Vamos a estar participando con la comunidad que sabe y que maneja la alta tecnología para averiguar cómo podemos, de manera adecuada, hacer un mejor trabajo, y buscar las ventajas para poder realizar un seguimiento de un sospechoso de terrorismo”.
“Pero vamos a tener que reconocer y aceptar que ningún gobierno puede tener el derecho o la capacidad de leer los textos o mensajes particulares de correo electrónico de cada persona o de medios de comunicación social”, añadió. “Si se hacen públicos, entonces no va a haber problemas de viabilidad que probablemente son insuperables en algún nivel. Y esto además, plantea algunas preguntas sobre nuestros valores.”
En cuanto a los valores, Obama se refirió rápidamente al debate público sobre la privacidad que surgió después de que el excontratista de la NSA Edward Snowden filtrase documentos secretos sobre la vigilancia gubernamental de los registros telefónicos de ciudadanos estadounidenses.
“Tenga en cuenta, fue sólo hace un par de años que estábamos teniendo un gran debate acerca de si el gobierno se estaba volviendo demasiado como un Gran Hermano”, dijo. “En general, hemos conseguido el equilibrio adecuado en la protección de las libertades civiles y asegurarse de que la privacidad de los ciudadanos estadounidenses se conserva, asegurándose de que no hay supervisión de lo que hacen las agencias de inteligencia.
“Pero vamos a tener que seguir equilibrando nuestras necesidades de seguridad con las preocupaciones legítimas de la gente acerca de la privacidad, ya que Internet es global y los sistemas de comunicaciones son globales también.”
Los comentarios de Obama parecían suavizar lo que dijo el 6 de diciembre, en declaraciones desde la Oficina Oval. En ese momento, dijo que insisitiría en aplicar tecnología de avanzada y la aplicación de la ley “para que sea más difícil para los terroristas el utilizar la tecnología para escapar de la justicia.”
Líderes del sector tecnológico han mostrado su preocupación por la búsqueda de métodos para romper el cifrado, ya que esto permitiría a los cibercriminales invadir las comunicaciones personales y los datos de los usuarios de smartphones comunes y corrientes que quieren proteger su datos personales, financieros y otros.
El CEO de Apple, Tim Cook, dijo en una entrevista que no es posible presentar los datos cifrados a un juez con una orden porque la clave de descifrado reside en el iPhone de un usuario. “La puerta trasera es para todos; para los buenos y para los malos también”.