La llegada de la Tercera Plataforma nos ha llevado a experimentar un incremento exponencial, en lo que a cantidad de datos se refiere. Cada segundo, minuto, hora y día cientos de personas y aparatos electrónicos generan información relevante para el ámbito empresarial. Un escenario propicio para captar beneficios, pero que trae consigo desafíos, en cuanto a la rapidez de recopilación, selección y análisis de esta vorágine compleja y que se planta frente a la industria.
Sólo en 2013, el mercado de grandes volúmenes de datos alcanzó los US$2.600 millones a nivel mundial. Mientras que para este 2014 prevemos que la cifra bordeará los US$16.000 millones y aumente hasta seis veces más que el mercado general de TI.
De esta manera, el fenómeno del Big Data aparece como un engranaje complejo al que se deberán enfrentar las empresas a la hora de decidir si implementar o no infraestructura que permita aprovechar al máximo sus ventajas competitivas. Es que este mercado informático es extremadamente útil para el análisis previo de planes de negocios, desarrollo de aplicativos, la detección de problemas, estadísticas, entre otras variables de cambio y que son útiles para la toma de decisiones.
Sin embargo, debido a la velocidad con que se generan los datos, no se encuentran disponibles de manera estructurada, lo que genera un escaso aprovechamiento de la información disponible, por parte de las distintas organizaciones. De hecho, sólo utilizan el 23% de ella. A ello se suma el desconocimiento al interior de los departamentos y líneas de negocio de las ventajas de implementar infraestructura que extraiga el valor de estos documentos.
El Big Data permitirá incrementar el potencial que tienen las empresas, aprovechando la utilización de herramientas para el análisis constante de las distintas fuentes de información y, de esta manera, obtener mayor conocimiento, nuevas perspectivas y futuras oportunidades para vencer un mercado que cada día es más competitivo. Por eso, este es el momento de ir más allá de la exploración de grandes datos y servicios en la nube, desarrollando mayor competencia en el mercado de productos, servicios y soluciones.
Para dar los primeros pasos hacia una evolución del Big Data, se deben identificar las áreas estratégicas del negocio y cómo éstas pueden ser apoyadas por el análisis predictivo de la información. Además, se requiere de un equipo profesional capaz de analizar, interpretar y destacar los comportamientos de los datos, tanto estructurados como no estructurados, con el objetivo de rescatar información interna relevante para la organización.
Es así como el futuro de las compañías dependerá más de cómo gestionen y exploten sus datos, en vez de avanzar sobre la marcha, a modo de ensayo y error. Un desafío que deberán enfrentar en el corto plazo y que llevará a la cúspide a aquellos que decidan sumarse a esta tendencia.
Por Matías Fuentes, Analista Senior de Soluciones Empresariales TI de IDC Chile.
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