En la actualidad, los dispositivos móviles son empleados de manera casi permanente por los usuarios, pues facilitan la realización de una amplia gama de actividades. A manera de ejemplo, para el uso de los servicios de Banca Móvil, instituciones financieras a nivel internacional han creado diversas aplicaciones, permitiendo a los usuarios controlar sus cuentas, realizar pagos y transferir fondos desde cualquier lugar.
De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en México, hacia finales de 2013, los servicios de Banca Móvil eran usados por 10.6 de cada mil mexicanos, pues existían 883 mil cuentas bancarias vinculadas a una terminal de telefonía móvil. No obstante, es previsible que, conforme aumente la penetración de los Smartphones y Banda Ancha Móvil, el número de usuarios de este tipo de servicios se incremente.
A medida que las plataformas de Banca Móvil cobran importancia, también lo hacen las aplicaciones que fortalecen la seguridad de los dispositivos móviles, tales como los antivirus, la localización, el bloqueo y eliminación de información remota. Su relevancia radica en la necesidad de proteger información sensible de los usuarios que pudiera recibir un mal uso por parte de terceros.
De hecho, el resguardo de la información es un tema que los consumidores mexicanos se toman muy en serio, pues 62% de los usuarios de Smartphone tienen activado un código que les permite bloquear su dispositivo. No obstante, sólo 36% realizan una copia de seguridad, protegiendo así su información ante posibles pérdidas del dispositivo.
Actualmente 39% de los usuarios de Telecomunicaciones Móviles se muestran muy preocupados por la seguridad de la información contenida en su dispositivo, por lo cual evitan realizar operaciones bancarias a través de su teléfono o tableta. Sin embargo, pese a que la preocupación de los usuarios parece una constante, la realidad es que el uso de medidas de seguridad no tiene mucha difusión, pues sólo el 17% de los usuarios tiene instalado un antivirus en su dispositivo, aunque existen diversas opciones de protección al usuario y todas las aplicaciones bancarias cuentan con complejos sistemas de seguridad.
La situación antes descrita es atribuible a la falta de información, ya que ésta no es proporcionada por los operadores o las Instituciones Financieras para que el usuario entienda las protecciones que actualmente recibe o puede adquirir. Por ejemplo, tras plantearles a los usuarios mexicanos la posibilidad de contar con un antivirus en su dispositivo, 3 de cada 5 mostraron interés por instalarlo, con una disponibilidad a pagar, en promedio, de $77.75 por su descarga, mostrando alta predisposición a su uso cuando se les informa al respecto.
Otro mecanismo de seguridad es la localización remota de los teléfonos y/o tabletas, y aunque sólo una cuarta parte de los usuarios cuenta con una aplicación del estilo, 65% de ellos muestran interés por contar con este tipo de aplicaciones. En lo referente al bloqueo remoto, sólo 1 de cada 5 usuarios cuenta con una aplicación que le permite bloquear el equipo. Finalmente, sólo 23% de los usuarios cuentan con una aplicación que permite la eliminación remota de información, mientras que 71% de los no usuarios se encuentran interesados en adquirirlas.
Tras realizar este breve recuento de la seguridad en los dispositivos móviles en México, es importante considerar que si bien los consumidores mexicanos se muestran preocupados por la confidencialidad de su información, son escasas las acciones encaminadas informarlos de las medidas existentes para protegerlos. Por el contrario, la creciente preocupación de los usuarios da pie a la creación de un nuevo mercado de aplicaciones encaminada a proteger la seguridad de los usuarios, que pudiera tener importantes beneficios si los usuarios conocen de ellas.
Dado lo anterior, es tarea de Operadores e Instituciones Financieras emprender campañas de concientización, a fin de que se instalen las aplicaciones pertinentes, fomentando así la inclusión financiera en el país.