Durante sus últimos meses en Microsoft, Steve Ballmer implementó el principio de varios cambios en la compañía que seguramente no estarán completados para cuando deje el puesto de CEO en agosto.
Esto significa que quien tome su lugar, deberá tener el talento para implementar adecuadamente los planes de Ballmer o modificarlos a la mitad del camino sin que la empresa se desmorone.
Ballmer es responsable de One Microsoft, la iniciativa anunciada en julio que unificaría las distintas secciones de la empresa por función. Esto significa que los productos de Microsoft deberán ser vistos como un todo, algo no tan obvio considerando que van desde consolas de videojuegos hasta infraestructura para centros de datos.
Por otro lado, Ballmer impulsó un trato para adquirid Nokia y para utilizar dispositivos. La meta es vender más teléfonos que ejecuten el sistema operativo Windows Phone, que tuvo una cuota de mercado de sólo el 3.6% durante el tercer cuarto del año pasado, comparado con el 81% de Android y el 12.9% de iOS de Apple.
Por ello, Microsoft ha lanzado Project Siena, una aplicación para que personas sin conocimientos de programación desarrollen aplicaciones para Windows Phone.
Asimismo, Microsoft está buscando unificar sus sistemas operativos para promover una experiencia de usuario común, ayudando a que los desarrolladores reutilicen código al momento de mudar una aplicación de una plataforma a otra.
La iniciativa One Microsoft también planea llegar hasta la nube. El plan de Ballmer busca crear una serie de dispositivos con acceso a servicios en la nube que incluyan la información personal de los usuarios almacenada en la nube. Esta nube de servicios soporta Azure, Office 365, Xbox Live y SkyDrive, y representa un uso integrado y unificado de los recursos de la empresa.