Las aplicaciones (apps) de paga ofrecen grandes ventajas sobre las aplicaciones gratuitas, sin embargo estas últimas son las de mayor demanda en México.
Los usuarios prefieran las aplicaciones gratuitas porque están limitados debido a su situación socioeconómica (NSE), o porque dependen económicamente de alguien al no están en edad productiva.
Y es que, por ejemplo, para obtener una aplicación de paga a través de una tienda de descarga se debe contar con alguna tarjeta de crédito, débito o tarjetas prepagadas de las tiendas.
Además la descarga de apps requiere que los usuarios se valgan de algún tipo de conexión a la red, lo que constituye otra limitante pues sólo el 26% de los hogares del país cuentan con una conexión a Internet, según datos del INEGI en 2012.
Gracias a estos factores el 98% de las aplicaciones descargadas en México son gratuitas y sólo un sexto de los usuarios prefiere obtener una app de paga, indicó The Competitive Intelligence Unit (CIU).
La frecuencia con que los usuarios descargan apps de paga también es menos recurrente, en el caso de las aplicaciones gratuitas se contabilizan 2,5 descargas promedio al mes, en contraste con 1,8 descargas mensuales en las de paga.
Esto se debe a que el usuario puede descargar tantas aplicaciones como quiera, incluso si son innecesarias, al no tener que realizar un pago por las mismas. No así quienes realizan un pago por sus aplicaciones, ya que estos usuarios suelen descargar apps de entretenimiento pero principalmente descargan aquellas que en verdad necesitan para su vida diaria.
No obstante su popularidad, el problema al descargar una app gratuita es que la mayoría de ellas no posee las facultades de una de paga y el usuario tiene que conformarse con la que se le ofrece gratuitamente.
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Además las apps de paga se adquieren a través de tiendas certificadas que las organizan por categoría, demanda y calificaciones de usuarios para optimizar la adquisición de las mismas, en otras palabras, el usuario obtiene lo que desea y necesita por el valor de su dinero.