Expertos de Temenos y Galileo revelan cómo instant payments, wallets y open finance redefinen el ecosistema financiero en América Latina.
América Latina atraviesa un punto de inflexión tecnológico sin precedentes. La región ha dejado de importar modelos de innovación financiera para convertirse en un laboratorio global de pagos digitales, impulsada por necesidades específicas como las remesas transfronterizas y la inclusión financiera masiva.
Según revelan Lily Mendia, Head de Banca Global de Galileo Financial Technologies, y Christian Sanchez, VP Latinoamérica de Temenos, el ecosistema financiero regional está experimentando una transformación estructural donde la velocidad, la interoperabilidad y la reducción de costos se han vuelto imperativos estratégicos.
Brasil lidera con PIX: 80% de adopción poblacional
El caso brasileño marca la pauta regional. PIX ha alcanzado una penetración del 80% de la población en apenas tres años, estableciendo un nuevo estándar de pagos instantáneos que otros países observan con atención. “Lo impresionante de Brasil no es solo PIX, sino cómo han evolucionado del open banking al open finance, incorporando inversiones y seguros”, explica Mendia.
México, Colombia y Costa Rica desarrollan sus propias infraestructuras de pagos en tiempo real, mientras Argentina acelera su modernización. Costa Rica representa un caso notable: su plataforma SINPE Móvil, gestionada por el Banco Central, ha democratizado los pagos instantáneos desde vendedores informales hasta corporaciones, sin costos para usuarios.
La tendencia es clara: los reguladores estatales están asumiendo roles activos como facilitadores de infraestructura, proporcionando plataformas de bajo costo que impulsan la inclusión financiera y eliminan barreras de entrada.
Wallets digitales: más allá del pago simple
Las billeteras digitales están migrando de simples monederos a plataformas integrales de servicios financieros. “Ya no hablamos solo de mecanismos de pago, sino de experiencias completas que incluyen seguros, programas de lealtad, buy now pay later, y acceso a criptomonedas”, señala Sanchez.
SoFi, el banco digital número dos de Estados Unidos y parte del grupo de Galileo, ejemplifica esta evolución: sus usuarios pueden comprar, mantener y vender criptoactivos, acceder a inversiones y gestionar créditos desde una única interfaz. Galileo está trasladando este conocimiento a América Latina, habilitando a bancos tradicionales y fintechs para competir en este nuevo paradigma.
El embedded finance emerge como estrategia crítica. Las instituciones financieras deben integrarse en los ecosistemas donde ocurren las transacciones reales: comercios electrónicos, marketplaces, aplicaciones de movilidad. “La gente busca servicios financieros en el momento exacto que los necesita, no cuando va al banco”, enfatiza Mendia.
Remesas y pagos transfronterizos: el desafío de la interoperabilidad
América Latina no adoptará un estándar único de pagos transfronterizos. En su lugar, emergerá un ecosistema heterogéneo de múltiples “rails” interoperables. “El reto no es la estandarización sino la conectividad: lograr que diferentes rutas se comuniquen de forma simple, ágil y de bajo costo”, proyecta Sanchez.
Los stablecoins están ganando tracción como alternativa para remesas, especialmente en economías con alta inflación donde los ciudadanos buscan proteger su poder adquisitivo. Esta tendencia desafía a los bancos tradicionales a incorporar activos digitales en sus portfolios o arriesgarse a la desintermediación.
La reducción de costos impulsa la adopción masiva. Transferencias que tradicionalmente tardaban días y generaban comisiones significativas ahora se completan instantáneamente entre wallets con costos mínimos, transformando radicalmente la experiencia del usuario.
Inteligencia artificial: el nuevo centro operativo
La IA generativa está infiltrándose en cada capa del ecosistema de pagos. Temenos ya incorpora modelos de IA en sus sistemas de prevención de crimen financiero, mejorando la detección de fraude y reduciendo falsos positivos. Galileo procesa más de 100 millones de transacciones mensuales utilizando modelos predictivos que han reducido el fraude en 60%.
“La inteligencia artificial se convertirá en el centro de estos servicios, facilitando el uso para clientes finales y ayudando a las entidades a ser más eficientes”, anticipa Sanchez. Los CIOs enfrentan el desafío de integrar estas capacidades mientras mantienen la seguridad y el cumplimiento normativo.
El fraude permanece como amenaza crítica. Cada nueva funcionalidad abre potenciales vectores de ataque. La industria debe invertir simultáneamente en innovación y en sistemas de detección cada vez más sofisticados, reconociendo que los criminales evolucionan al mismo ritmo que las tecnologías legítimas.
Open finance: arquitectura para la colaboración
El open banking está evolucionando hacia open finance, expandiendo el intercambio de datos más allá de cuentas bancarias para incluir inversiones, seguros y productos especializados. Esta apertura permite que instituciones financieras tradicionales se conviertan en habilitadores de ecosistemas, ofreciendo sus capacidades vía APIs a fintechs, superapps y plataformas de comercio.
“La pregunta para los CIOs ya no es si van a innovar, sino qué tan rápido lo harán y qué tan alineados estarán con el negocio”, concluye Sanchez. Los pagos digitales han dejado de ser un tema tecnológico para convertirse en una cuestión estratégica fundamental que determina la supervivencia competitiva de las instituciones financieras en la región.
Las organizaciones que logren integrar instant payments, wallets multifuncionales, capacidades de open finance y protección antifraude robusta estarán mejor posicionadas para capturar las oportunidades de un mercado latinoamericano que lidera la innovación en pagos digitales a nivel global.







