Esta tecnología de sexta generación mejora 25 veces la eficiencia energética mientras la compañía proyecta incorporar 136 toneladas de plástico reciclado para 2026.
La explosión de la inteligencia artificial generativa amenaza con duplicar el consumo energético de los centros de datos en los próximos cinco años. Goldman Sachs Research proyecta un incremento del 165% entre 2023 y 2030, lo que convierte la eficiencia energética en el mayor desafío operativo de la industria tecnológica.
Neptune Liquid Cooling redefine la ecuación energética
Lenovo responde con Neptune, su sistema de refrigeración líquida de sexta generación que alcanza el 100% de eficiencia en la eliminación de calor. Los números son categóricos: 25 veces más eficiente energéticamente que generaciones anteriores y 300 veces superior en conservación de agua frente a sistemas tradicionales.
La mejora térmica de 3,5 veces respecto al enfriamiento por aire permite a las organizaciones escalar infraestructura de IA sin multiplicar proporcionalmente su huella de carbono. La alianza con NVIDIA integra GPUs optimizadas para cargas de trabajo de machine learning con la refrigeración Neptune, creando una arquitectura que reduce hasta 20% las emisiones de CO₂.
Infraestructura como servicio descentralizada
TruScale, la propuesta IaaS de Lenovo, elimina inversiones iniciales mediante pago por uso. El modelo descentraliza procesamiento con AI PCs que ejecutan modelos localmente vía unidades de procesamiento neural, aliviando la carga sobre centros de datos.
El servicio AI Fast Start valida casos de uso y entrega soluciones en producción en 90 días, acortando ciclos de adopción que tradicionalmente tomaban trimestres.
Economía circular aplicada
Para 2026, Lenovo habrá incorporado 136 toneladas de plástico reciclado en manufactura. Los empaques utilizan bambú, caña de azúcar y plásticos recuperados de océanos. La preinstalación en rack reduce 50 kilogramos de cartón por unidad y acelera 75% el despliegue de hardware.
Asset Recovery Services cierra el ciclo: reutiliza componentes y recicla equipos, extendiendo vida útil mientras minimiza desechos electrónicos.
La convergencia de Neptune con arquitecturas híbridas demuestra que escalabilidad y sostenibilidad no son objetivos mutuamente excluyentes. Son la única ruta viable para infraestructura empresarial en la era de la IA intensiva.








