Las plataformas de teleconsulta transforman el acceso sanitario con un mercado global que alcanzará US$330.260 millones, reduciendo tiempos de espera 40% en zonas rurales según la OMS.
La digitalización sanitaria dejó de ser una respuesta de emergencia para convertirse en una infraestructura permanente. El mercado global de telemedicina, valuado en US$172.440 millones en 2024, proyecta alcanzar US$330.260 millones para 2029, según Mordor Intelligence. Esta expansión del 92% responde a una transformación estructural en la gestión de la salud.
Datos que sustentan la adopción masiva
La Organización Mundial de la Salud documenta mejoras cuantificables: 40% de incremento en acceso a atención primaria en zonas rurales y 30% menos de traslados hospitalarios innecesarios. En territorios extensos como Canadá y Australia, los desplazamientos de pacientes crónicos se redujeron 50%.
La Universidad de Harvard aporta evidencia adicional: el monitoreo remoto de diabetes e hipertensión disminuyó 25% las hospitalizaciones en comunidades rurales estadounidenses. Oxford Economics complementa con preferencias de usuarios: 58% optaría por servicios virtuales para atención básica o especializada.
Prevención como modelo de negocio
“Al tener la solución al alcance de la mano, más personas consultan por molestias que de otro modo dejarían pasar”, explica Víctor Dosoretz, CEO de Briut Salud. La plataforma argentina, lanzada en mayo 2023, ejemplifica el modelo: acceso inmediato a especialidades desde nutrición hasta cardiología, disponibilidad extendida y transparencia en honorarios.
La inmediatez elimina la procrastinación sanitaria. Donde antes existían semanas de espera, ahora hay consultas en minutos. Esta agilidad opera tanto en áreas remotas como en centros urbanos saturados.
Validación científica y proyección
The Lancet concluye que la telemedicina iguala la eficacia presencial en diabetes e hipertensión. JAMA Internal Medicine respalda su efectividad en depresión. La Asociación Médica Estadounidense registra que 85% de médicos reconoce mayor puntualidad en la atención y 75% mantiene alta calidad asistencial.
La evidencia empírica desmonta objeciones: la telemedicina no sustituye la atención presencial donde es necesaria, pero optimiza recursos, amplía cobertura y fortalece la prevención. El crecimiento proyectado del 13,88% anual refleja una reconfiguración permanente del sector sanitario, donde la tecnología habilita nuevos estándares de accesibilidad y eficiencia.







