El reto que supone la Inteligencia Artificial para los data centers está llevando a los proveedores a evaluar la energía nuclear.
Por ello, Equinix diversifica su matriz energética con tecnologías limpias, así como desarrollando alianzas estratégicas que permitan garantizar infraestructura digital, sostenible y escalable.
Mientras el mundo se esfuerza por descubrir todos los posibles usos de la Inteligencia Artificial (IA) y cómo aprovecharla en los negocios, los centros de datos tienen un desafío.
Con la demanda por más conectividad para atender la capacidad de cómputo que requiere la IA, la energía se transforma en un punto a resolver.
Y es urgente. ¿Por qué? Porque la infraestructura digital sostiene la economía global y está enfrentando un desafío crítico: el acceso confiable y sostenible a energía.
Para atender a esta circunstancia, Equinix anunció una serie de acuerdos con proveedores tanto de energía nuclear de próxima generación como otras formas de generar electricidad en forma sostenible.
Ello con la intención de garantizar la escalabilidad de sus operaciones, en un entorno de creciente demanda eléctrica.
“El acceso a electricidad las 24 horas es esencial para la infraestructura que impulsa la digitalización global”, afirmó el vicepresidente ejecutivo de Operaciones Globales de Equinix, Raouf Abdel.
Demanda eléctrica sin precedentes
El VP ejecutivo de Operaciones Globales de Equinix destacó que la estrategia de la empresa incluye alianzas con Oklo, Radiant, ULC-Energy, Stellaria y Bloom Energy.
Todo ello forma parte de un plan integral para:
- Diversificar la matriz energética de la empresa
- Reducir la dependencia de redes tradicionales
- Y anticiparse a los límites de capacidad que podrían afectar el despliegue de IA
- Así como servicios digitales críticos.
El ejecutivo señaló que, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el consumo global de electricidad crecerá un 4% anual hasta 2027.
Dicho crecimiento estará impulsado por la electrificación industrial, la expansión de centros de datos y el auge de la Inteligencia Artificial (IA).
Este escenario exige nuevas fuentes de energía confiables, escalables y limpias. Entre los acuerdos más destacados se encuentra el firmado con Oklo, pionero en reactores rápidos que utilizan residuos nucleares como combustible.
“Equinix adquirirá 500 MW de energía de sus centrales Aurora, convirtiéndose en el primer operador de centros de datos en adoptar esta tecnología”, resaltó Raouf Abdel, vicepresidente ejecutivo de Operaciones Globales de Equinix.
Estas y otras tecnologías limpias, con o sin energía muclear, permiten despliegues más rápidos, seguros y eficientes.
Todo ello con diseños simplificados y características de seguridad inherentes que superan los modelos tradicionales.
Compromiso con la sostenibilidad
Todo ello con diseños simplificados y características de seguridad inherentes que superan los modelos tradicionales.
Equinix mantiene su meta de operar con energía 100% renovable en toda su cartera global para 2030. En 2024, alcanzó una cobertura del 96%, con 250 sitios operando exclusivamente con energía limpia.
La empresa también adopta estándares ASHRAE A1A para ampliar rangos de temperatura operativa y optimizar el uso de energía en refrigeración.
Igualmente mantiene más de 100 centros de datos en 45 ciudades ya están preparados para tecnologías de enfriamiento líquido de alta eficiencia.
Además, está adoptando estándares ASHRAE A1A para optimizar el uso energético en refrigeración y expandiendo tecnologías de enfriamiento líquido en más de 100 centros de datos.
Equinix busca mitigar riesgos de suministro mediante:
- Actualización de redes eléctricas con nuevas subestaciones.
- Inversión en baterías de combustible y gas natural para respaldo local.
- Exploración de energía nuclear de próxima generación como fuente confiable y sostenible.
“Tenemos la responsabilidad de apoyar el desarrollo de una matriz energética confiable, sostenible y escalable”, puntualizó el VP ejecutivo de Operaciones Globales de Equinix, Raouf Abdel.
Con esta estrategia, Equinix no solo garantiza la continuidad de sus operaciones, sino que lidera el camino hacia una infraestructura digital resiliente, capaz de sostener el crecimiento exponencial de la IA y la economía conectada.