Para avanzar en el despliegue del 5G se requiere, entre otras cosas, la convergencia de distintos tipos de redes no terrestres y de otros tipos.
Para las empresas del sector, esta integración de infraestructuras supone un desafío pero, también, una oportunidad de adoptar en menor tiempo las velocidades de conexión qué demandan los distintos mercados.
Solemos olvidar que fue necesaria una pandemia como la del Covid-19 para que el teletrabajo pudiera salir del cajón en que había sido guardado por la mayoría de las empresas.
Si miramos con atención probablemente notaremos que las asignaciones de espectro así como las inversiones para desplegar redes 5G, tanto públicas como privadas, se han acelerado.
Esto tiene una razón tangencial pero relavante: la herramientas con Inteligencia Artificial no solo requieren mayor capacidad de procesamiento. También, por ahora, precisan de altas velocidades y una latencia incluso mejor a la que precisan los videojuegos.
La era de la IA, entonces impulsa una mayor y mejor conectividad por lo que las operadoras están buscando mécanismo para acelerar el despliegue.
El aprovechamiento de de redes no terrestres (NTN, por sus siglas en inglés) es uno de los pasos que se están ejecutando, como muestra el reciente libro blanc de 5G Américas New Developments and Advances in 5G and Non-Terrestrial Networks (“Nuevos desarrollos y avances en la 5G y las redes no terrestres”).
Convergencia inesperada
El white paper de 5G Americas exploró los avances, oportunidades y desafíos a la hora de integrar las redes no terrestres (NTN) con la infraestructura 5G existente.
En este sentido destaca que, a medida que la tecnología satelital sigue evolucionando, las NTN están llamadas a revolucionar la conectividad mundial.
¿Cómo? Llevando los servicios de banda ancha móvil a zonas remotas y desatendidas, lo cual permitirá comunicaciones de emergencia críticas, así como dará soporte a nuevas aplicaciones comerciales.
“Al complementar los despliegues de redes 4G y 5G existentes y los despliegues de redes futuras, las redes no terrestres permiten la cobertura más allá del alcance de las redes móviles tradicionales”, explicó el Presidente de 5G Américas, Viet Nguyen.
Igualmente, el espacial is tá hizo notar que la convergencia de las redes satelitales y terrestres está creando posibilidades de conectividad global sin fisuras que no parecían posibles hasta hace poco.
En forma adicional, el informe revela que tal hallazgo esta acelerando las inversiones para capitalizar esta convergencia de redes no terrestres (NTN) con las tradicionales.
Por ello, se prevé que los mercados de asociaciones de telecomunicaciones basadas en satélites crezcan hasta alcanzar US$ 28.000 millones de dólares en 2030.
Ello pone de relieve el papel cada vez más importante de las NTN en la reducción de la brecha digital.
Posibilidades sin fronteras
Nguyen refirió que los hallazgos del informe dejan claro que las pruebas iniciales basadas en satélites allanaron el camino para las aplicaciones en el mundo real.
Así, los servicios de comunicaciones de emergencia como el E911 y las alertas inalámbricas de emergencia (WEA) son de los primeros en aprovechar las capacidades de las NTN.
Otras posibilidades de uso que identifico el informe de 5G Américas para el aprovechamiento de las redes no terrestres son:
- Conectividad remota y rural: acceso a Internet en zonas con cobertura de redes terrestres limitada o inexistente.
- Comunicaciones marítimas y de aviación: mejoran la conectividad de barcos, aviones y operaciones en alta mar.
- Recuperación frente a catástrofes y respuesta ante emergencias: comunicaciones que salvan vidas en situaciones de crisis.
- Internet de las cosas (IoT) y seguimiento de activos: las aplicaciones de las NTN se extienden a la agricultura inteligente, la logística y la supervisión de infraestructuras.
No obstante, el éxito de la integración de las redes no terrestres (NTN) en el ecosistema 5G requiere una colaboración profunda entre:
- Mos fabricantes de dispositivos móviles
- Los operadores de redes
- Y los proveedores de satélites
Afortunadsmete, los servicios directos al dispositivo (D2D) que utilizan el espectro LTE y 5G se están haciendo realidad, lo cual permite que los teléfonos inteligentes no modificados se conecten por satélite.