¿Es la inteligencia artificial un catalizador de cambio o una fuente de frustración para las empresas?
El año pasado marcó un punto de inflexión en la adopción de inteligencia artificial (IA). Aunque muchas organizaciones lograron avances significativos en sus metas tecnológicas, los retornos de inversión (ROI) en IA siguen siendo esquivos. Según un informe de IBM, menos de la mitad de los líderes de TI encuestados lograron que sus proyectos de Inteligencia Artificial fueran rentables en 2024.
¿Dónde estamos ahora?
De acuerdo con el estudio que analiza CIO Dive, el 47% de los proyectos de IA fueron rentables, mientras que un 33% apenas alcanzó el punto de equilibrio y un preocupante 14% reportó pérdidas. Sin embargo, la mayoría de las empresas aún confían en que verán ahorros significativos en los próximos tres años, y el 44% espera resultados positivos incluso antes, dentro de dos años.
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Lecciones de 2024: El desencanto de la IA generativa
La IA generativa, que inicialmente fue alabada como una revolución tecnológica, perdió parte de su brillo en 2024 debido a los retornos financieros difíciles de alcanzar. Las organizaciones han pasado de la euforia inicial a un enfoque más estratégico, priorizando casos de uso con alto valor agregado y ajustando sus métricas para evaluar el éxito.
En lugar de centrarse únicamente en ahorros cuantificables, las empresas están valorando beneficios como el desarrollo más rápido de software, la aceleración de la innovación y la optimización del tiempo. Esto marca un cambio en la narrativa del ROI, pero plantea una pregunta crucial: ¿hasta qué punto estos beneficios intangibles justifican los costos crecientes de la tecnología?
El elefante en la sala: Los costos en aumento
Mientras los líderes tecnológicos buscan optimizar sus inversiones, los costos asociados con la implementación de IA siguen aumentando. Un informe de Forrester reveló que casi el 80% de las organizaciones en Estados Unidos experimentaron aumentos en los precios del software en 2024, y gran parte de este incremento se atribuye a la IA.
La consultora Gartner fue aún más lejos al advertir que las empresas podrían estar subestimando los costos de sus proyectos de IA en hasta un 1,000%. En respuesta, muchos CIOs están adoptando estrategias como auditorías frecuentes, uso de alternativas de código abierto y negociaciones más agresivas con proveedores. Pero la realidad es clara: la gobernanza y la previsión de costos seguirán siendo desafíos significativos.
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¿Y ahora qué?
Para 2025, los CIOs enfrentan una presión creciente para demostrar resultados tangibles. Los proveedores de tecnología, conscientes de este desafío, están ajustando su propuesta de valor, vinculando innovaciones a casos de uso concretos que prometen acelerar la adopción y maximizar el ROI.
Sin embargo, este es un momento para reflexionar. ¿Está la IA cumpliendo su promesa de transformar las operaciones empresariales, o nos hemos dejado seducir por su potencial sin evaluar sus verdaderos costos? En un mundo empresarial cada vez más competitivo, los líderes de TI deberán equilibrar las expectativas con una planificación realista, priorizando inversiones que generen resultados sostenibles.
La pregunta no es si la IA será rentable, sino cuándo y cómo lo será. Mientras tanto, la clave estará en gestionar los riesgos, controlar los costos y mantener un enfoque estratégico en los casos de uso que realmente impulsen el valor empresarial.