Es una tendencia en el mundo el que Internet sea declarada un servicio público. Es decir, que este al alcance de todos. Que sea un derecho.
No son muchos los países que lo han hecho. Y todos ellos se tienen entre los de mayor desarrollo. Chile ahora es parte de ese grupo.
Por: Diego González | CEO de Defontana
La nueva ley que declara el internet como un servicio público en Chile es un paso gigante hacia la inclusión digital y la modernización del país.
Ahora, el internet se pone al mismo nivel que la electricidad y el agua potable, lo que significa que el Estado tiene que garantizar que todos podamos conectarnos, sin importar dónde vivamos.
Esta ley es un gran hito para el desarrollo digital de Chile por varias razones.
Primero, asegura que más personas puedan acceder a internet, reduciendo la brecha digital y promoviendo la igualdad de oportunidades.
Segundo, facilita el acceso tanto a la educación en línea como al trabajo remoto, lo cual es fundamental hoy en día. Y lo será aún más en el futuro.
También impulsa el comercio electrónico, el emprendimiento digital y la innovación tecnológica, dinamizando la economía mientras crea nuevas oportunidades de negocio.
Esta ley no sólo busca mejorar la infraestructura de internet en Chile: pretende sentar las bases para un desarrollo inclusivo y sostenible en la era digital.
Con ello asegura que todos podamos beneficiarnos de las oportunidades que ofrece la conectividad.
Nueva era, nuevas oportunidades
Como empresa tecnológica siempre hemos tenido como misión darle herramientas tanto a las pymes como a las empresas para digitalizarse y mantenerse competitivas. Sin importar el tipo de empresa o tamaño de estas.
Creemos que la digitalización es un derecho de todos y hemos trabajado por que así sea.
Llevar esta filosofía a las políticas públicas es un verdadero cambio del juego.
Antes, muchas comunidades estaban desconectadas tanto del resto del país como del mundo, lo que limitaba sus oportunidades de desarrollo y acceso a servicios básicos.
Con esta nueva ley, se implementarán medidas específicas para extender la infraestructura de internet a estas área. Ello mejorará, significativamente, la calidad de vida de sus habitantes.
Imaginemos poder acceder a clases en línea, telemedicina y servicios gubernamentales, sin tener que viajar largas distancias.
Los estudiantes en zonas rurales podrán tener las mismas oportunidades educativas que aquellos en las ciudades. Esto puede abrirles muchas puertas en el futuro.
Tanto los emprendedores como los pequeños negocios también se beneficiarán enormemente, ya que podrán llegar a nuevos mercados y clientes, a través del comercio electrónico.
Además, con una conexión a internet confiable, las personas en las áreas rurales podrán mantenerse mejor informadas y conectadas con el mundo exterior.
Igualmente, podrán participar más activamente en la sociedad digital, compartir sus propias historias y cultura, así como beneficiarse de las mismas innovaciones tecnológicas que el resto del país.