Videojuegos, educación y TI, herramientas de crecimiento

Con la gamificación como herramienta, los videojuegos, la educación y TI pueden convertirse en una llave maestra de transformación cultural de la región.

La escasez de talento impulsa la incorporación de un número cada vez mayor de mujeres a la actividad. Mientras más pronto, mejor.

Por: Ana Guajardo | Chief Marketing Officer en IT-Talent | Presidenta Mujeres en VG

 

En el mundo de la tecnología y los videojuegos, las mujeres estamos presentes desde hace años. 

Aún recuerdo cuando, en una entrevista, me preguntaron qué opinaba del “boom” de las mujeres en el gaming. 

Mi respuesta fue indicar que siempre hemos estado allí: ya sea desarrollando juegos, musicalizando escenas o, simplemente, jugando.

Sobre esto, creo que es alentador observar que, a diferencia de los datos iniciales, el número de mujeres que trabajan en el mundo de la tecnología de la información (TI) está en aumento. 

A nivel latinoamericano, aunque actualmente representan cerca del 15%, esta cifra ha ido creciendo progresivamente a lo largo de los años. 

Este crecimiento se ve impulsado por los esfuerzos tanto del sector público como del privado para fomentar el desarrollo de las mujeres en estas áreas. 

La escasez de profesionales en tecnología afecta a todos los sectores, y es crucial abordarla de manera inclusiva. 

De las aulas a los videojuegos

Proyectos innovadores están abriendo puertas para las mujeres en tecnología en todo el mundo. 

Por ejemplo en Chile, Iniciativas como el programa Mujeres en Big Data – respaldado por Samsung Innovation Campus – están equipando a las mujeres con conocimientos en áreas clave como programación, inteligencia artificial y Big Data. 

Esto las prepara para carreras exitosas en el campo tecnológico.

“Sheroes in Games”, promovida por los institutos Goethe de Latinoamérica, por su parte, busca activamente aumentar la participación de las mujeres en la industria de los videojuegos. 

Talleres, encuentros de desarrolladores y acciones específicas están destinados a fomentar la inclusión de las mujeres en áreas como la programación y el desarrollo de videojuegos. Esto permite mostrar cómo los videojuegos pueden ser una puerta de entrada para las niñas a las disciplinas STEM.

Desde IT-Talent, reconocemos el papel fundamental que desempeña el sector tecnológico en el desarrollo profesional y la movilidad social. 

Según nuestro último estudio, este campo se destaca como uno de los principales generadores de ingresos para profesionales, incluso para aquellos en niveles de junior o recién egresados. 

Tiempos de aceleradores de formación 

Además, estamos viendo un aumento en los esfuerzos de los bootcamps, programas diseñados para proporcionar habilidades básicas en tecnología con un enfoque especial en apoyar a las mujeres – especialmente a las jóvenes -, para que se  adentren en el campo de la tecnología. 

Estos programas buscan despertar el interés y la pasión por la tecnología, de manera similar a la forma en que los videojuegos han influido en otros campos.

Sin embargo, mientras celebramos este progreso, es esencial reconocer y abordar las brechas de género que persisten en el mundo de la tecnología y los videojuegos. 

Estas brechas pueden manifestarse de varias maneras: desde disparidades salariales hasta una representación desproporcionada en roles de liderazgo y decisiones estratégicas. 

Es fundamental implementar políticas y programas que fomenten la igualdad de oportunidades, para que se eliminen los sesgos de género en la contratación, la promoción y la retención de talento femenino en la industria.

Otro desafío importante es la falta de modelos a seguir y mentores femeninos en el campo de la tecnología y los videojuegos. 

Estos problemas pueden obstaculizar el progreso y el desarrollo profesional de las mujeres en estos campos. 

Es fundamental establecer programas de mentorías y redes de apoyo que conecten a las mujeres con modelos a seguir. 

Es precisamente lo que hacemos en Mujeres en VG: desde aquí podemos guiarlas, apoyando el desarrollo y crecimiento de su trayectoria profesional.