La necesidad de las empresas de lograr la inactividad cero impulsa las tecnologías de monitoreo de red.
Garantizar tanto la eficiencia operativa como una mejor experiencia del cliente es su objetivo principal.
Por: Francisco Larez | VP de Progress para Latinoamérica
En un mundo cada vez más conectado, las plataformas desempeñan un papel fundamental en los negocios modernos, satisfaciendo las diversas demandas de los consumidores.
Ya sea para apoyar las operaciones de un pequeño comercio o proporcionar acceso a registros digitales de pacientes en un gran hospital, las aplicaciones en línea se han vuelto indispensables.
Sin embargo, cuando una aplicación presenta lentitud o mal funcionamiento, esta relación esencial entre usuarios y plataformas puede resultar en daños financieros y de reputación.
Según datos de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) de 2022, la velocidad y la comodidad son factores clave para elegir canales online: el 49% de los mexicanos elige comprar en línea porque ahorro en tiempo. Mientras que el 42% destaca la posibilidad de hacerlo desde cualquier lugar.
En ese sentido, de acuerdo con AMVO, sigue creciendo la importancia de generar una experiencia satisfactoria en el canal digital.
Desde el punto de vista financiero, la interrupción de una aplicación puede acarrear costos significativos para las empresas.
El costo de la inactividad
Cada minuto de inactividad puede resultar en una pérdida promedio de US$4.500, un valor que puede aumentar, dependiendo de la duración del problema.
Además, desde la perspectiva de la reputación, los clientes insatisfechos no dudarán en buscar alternativas, considerando la amplia gama de opciones disponibles en el mercado.
Por lo tanto, es esencial que las empresas detecten y resuelvan rápidamente las fallas en sus aplicaciones para evitar pérdidas sustanciales.
A pesar de ser indispensable, la tarea de monitorear un entorno conectado presenta diversos desafíos y requiere la dedicación de un equipo con varias disciplinas, responsables de gestionar todas las funcionalidades y garantizar un funcionamiento adecuado.
Mientras que los usuarios ven una aplicación como una plataforma simple, los profesionales de TI comprenden que consta de varios elementos, como infraestructura, arquitectura de servidor, código, entre otros.
Es un sistema complejo, pero que presenta un componente fundamental que conecta a todos los demás y desempeña un papel crucial en la experiencia de la aplicación (AX) y en la experiencia del usuario (UX): la red.
Complejidad vs. Visibilidad
Al tener una visibilidad clara de la red, es posible identificar la causa raíz de una interrupción de manera ágil y resolver el problema antes de que se vuelva incontrolable.
Por esta razón, hay un aumento en la inversión en tecnologías de monitoreo del rendimiento de red (NPM, por sus siglas en inglés) con reconocimiento de aplicaciones.
El NPM funciona midiendo minuciosamente la velocidad de ejecución de las aplicaciones, así como los tiempos de respuesta de la red, las bases de datos y la propia aplicación.
Esto permite distinguir entre retrasos causados por la red y retrasos derivados de la propia aplicación, simplificando el diagnóstico y la resolución de problemas relacionados con el rendimiento.
Una solución de NPM mide el tiempo de transporte de la solicitud de un usuario a la aplicación y hace un seguimiento del retraso.
En caso de errores de la aplicación, la herramienta proporciona información detallada incluido el error de transacción, el registro de fecha y hora, la identificación del usuario y otros datos relevantes.
Más y mejor monitorio de red
En otras palabras, donde antes los equipos de TI tenían acceso limitado a información accionable, el NPM funciona como una luz en una habitación oscura, brindando la visibilidad necesaria para identificar problemas.
Por lo tanto, al implementar el NPM, las empresas deben centrarse en las aplicaciones esenciales para su funcionamiento diario, especialmente aquellas que tienen interacción directa con los consumidores.
Los informes generados deben entregarse de manera útil y oportuna a los miembros relevantes del equipo, para evitar el descuido de las alertas.
En un mundo donde el inmediatismo de los consumidores puede afectar significativamente los negocios, el monitoreo de red se convierte en una herramienta esencial para garantizar la satisfacción del cliente y la estabilidad financiera de las empresas.
Con una visión clara del rendimiento de la red y el comportamiento de las aplicaciones, las empresas pueden responder de manera rápida y eficiente a cualquier problema que surja, brindando una experiencia satisfactoria a los usuarios.