El Doxing o Doxeo, que consiste en investigar y difundir información privada y específica, a través de las redes sociales.
Las redes sociales han cambiado la relación de las personas con Internet y ha sido fundamentales para la consolidación de las marcas y empresas en su relación con los consumidores.
No obstante, esta nueva relación también ha generado un nuevo tipo de amenazas, violencia digital y ciberdelitos.
Ninguna combinación tiene más riesgo que las amenazas en redes sociales. La más reciente es la conocida como Doxing o Doxeo que consiste en investigar y difundir información privada y específica, a través de las redes sociales.
El Doxing o Doxeo permite ubicar e identificar a una persona sin su consentimiento previo.
¿Con qué propósito? Fundamentalmente con el objetivo de:
- Acosar
- Avergonzar
- Amenazar
- Y extorsionar a la víctima
Todo ello a cambio de beneficios económicos o datos relevantes.
Por fortuna, existen formas de evitarlo y controlar la información que se comparte para impedir que personas maliciosas puedan llegar a ella.
Pablo Gagliardo, director general de Noventiq Argentina señala que nadie está a salvo: políticos, famosos, jóvenes estudiantes, adultos mayores o cualquier usuario de internet puede ser doxeado.
“Comúnmente, los ciberdelincuentes adquieren su información privada mediante bases de datos públicas en la dark web, proveniente de hackeos anteriores a distintas compañías, o simplemente investigando en los perfiles de redes sociales en los que los ciudadanos comparten detalles reveladores de su vida íntima sin darse cuenta”, explicó.
Conectados en red
Una de las primeras “definiciones” de Internet la llamaba “red de redes”. Parecía correcto.
Sin embargo, la evolución a la llamada Web 2.0 y, luego, a lo que actualmente denominamos redes sociales ha redefinido esos conceptos.
Por ejemplo, según un informe publicado por la consultora Statista en 2020:
- Aproximadamente 34,46 millones de personas eran usuarios de redes sociales en Argentina
- Y se prevé que esta cifra supere los 40 millones en 2026
Cifras como esto pas explican, en opinión de Gagliardo, el auge de prácticas delictivas como el Doxing que pueden convertir en una pesadilla la experiencia de personas y marcas, además de afecta reputación y carreras.
“El doxing es un puente hacia el acoso y solo puede ser detenido si se concientiza y se impulsan mayores prácticas de ciberseguridad. Evitar el cibercrimen es tarea de todos los que hoy hace parte de su buen uso”, puntualizó el ejecutivo de Noventiq.
Para hacerlo, la empresa propone algunas medidas a tomar para evitar ser víctima de estas amenazas:
1.- Reforzar la atención y el cuidado de lo que publica en las redes sociales como:
- Ubicación en tiempo real
- Chats
- Correo electrónico
- Número telefónico
- Y, si es posible, mantener el perfil privado
2.- Aplicar capas con el mayor número de medidas posibles para reforzar la seguridad de los datos, desde cambiar las contraseñas y reforzarlas.
3.- Revisar la configuración, permisos y cambios de condiciones de cada red social o aplicación.
4.- Practicar el egosurfing, es decir, buscar información propia en la web para ver qué tipo de datos están vinculados a tu nombre.
5.- Hemos visto que el comercio online a través de las redes sociales cada vez tiene más éxito al ser rápido y eficiente, además de lograr una comunicación con el vendedor, casi inmediata.
En estos casos, no facilitar datos financieros a un perfil sin antes verificar que, efectivamente, es legítimo y seguro, es clave para no ser víctima del doxing.
6.- Otro aspecto importante, aunque no solo relacionado con las redes sociales, es salvaguardar la información del dispositivo que se utiliza cuando se conecta a una red Wi-Fi.
Es importante validar que esa red sea segura.