La innovación es una necesidad permanente, transversal a todas las industrias y base para generar ventajas competitivas. Las posibilidades que aporta son infinitas.
Por: Diego González | CEO de Defontana
Recientemente, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) presentó el Índice Global de Innovación 2022.
En este Chile ocupó el lugar 50 entre 132 países, subiendo tres posición nés desde la última medición y liderando Latinoamérica. Sin duda, una gran noticia.
No obstante, hay desafíos que superar relacionados con:
- La diversificación de la industria local
- El financiamiento para startups y su escalamiento
- Además de la exportación de bienes creativos (industria creativa)
- Y de servicios TIC, en relación al total de los envíos
En ese reto, el rol de los privados en el avance de la innovación en el país no solo es relevante, sino fundamental para su desarrollo y crecimiento.
La innovación es una necesidad permanente, transversal a todas las industrias y base para generar ventajas competitivas.
Asimismo, el mundo privado es un soporte para apoyar y promover la innovación junto al sector público y la academia.
Esto, a través de:
- Financiamiento
- Concursos
- Programas
- Capacitaciones
- Y otras iniciativas que permitan cultivar la investigación
- El desarrollo
- Y, evidentemente, la innovación
Una destreza en desarrollo
Según el primer Diagnóstico del Sector Privado de Chile (CPSD) realizado por el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional (IFC), el fortalecimiento del sector privado en el país es fundamental para la construcción de una sociedad más inclusiva, así como de una economía más productiva y verde.
En efecto, el impulso a ciertos sectores económicos a través de la innovación, puede:
- Crear empleos de mejor calidad
- Optimizar y estandarizar procesos
- Incrementar las exportaciones
- Así como reducir desigualdades estructurales
Y es que, el impacto de la innovación siempre es positivo, además de que puede hacer la diferencia entre ser competitivo o no.
En ciertas industrias es posible impactar en mayor productividad y en procesos más amigables con el medioambiente; en el ámbito de las tecnologías de la información, por ejemplo, lo hace en los procesos de transformación digital.
Sin duda, las posibilidades que aporta la innovación son infinitas. Por lo mismo, tenemos una responsabilidad hacia las nuevas generaciones: el momento es ahora para provocar un cambio que nos permita alcanzar un desarrollo sustentable en el cual la innovación sea la llave.
La innovación y el propósito de cambio
Así, el principal aspecto a superar en esta aventura de la innovación es el pensamiento.
No es algo que tenga que ver con la cantidad de recursos sino, más bien, con la manera de utilizarlos de forma eficiente y eficaz.
Es imperioso provocar un cambio cultural para darle un sentido de urgencia a la innovación:
- Con una motivación
- Un objetivo claro
- Y concreto a nivel país
Solo con una clars definición del objetivo – con todos los esfuerzos alineados con ello – es posible innovar.
A ello se suma el apremio de invertir más en I + D a través de proyectos entre universidades, empresas privadas y el sector público.
Esto supone un desafío constante de mejora permanente, que nos da la posibilidad de transformar la cultura/país.
Por último, democratizar el acceso a las tecnologías de la información, a la digitalización, es otro reto constante sobre todo para las pymes, así como para quienes están emprendiendo y buscan en la innovación tanto su avance como su crecimiento.