Modelos como el del Open Banking pueden contribuir a la elaboración de redes colaborativas en la banca para que haya una transferencia constante de datos.
La penetración de la banca digital en México ha tenido saltos titánicos en años recientes. De acuerdo a información de Statista en 2019, es decir previo a la pandemia por Covid-19, 47 millones de personas utilizan la banca en línea, mientras que en 2021 esta cifra se elevó a más de 70 millones.
La aplicación de tecnología financiera de vanguardia ha impulsado el alcance de estos servicios bancarios, a la par de que ha permitido a las empresas ofrecer opciones ágiles y accesibles.
“El reto para la banca aún es grande. Se deben atender las necesidades de los usuarios al mismo tiempo que mostrarles los beneficios de estos servicios. Esto representa desafíos considerables porque involucra cambios tecnológicos y de infraestructura fuertes, pero que en el largo plazo beneficiarán enormemente a instituciones financieras, en la medida que puedan robustecer su oferta y aumentar su captación de clientes”, explica Nick Grassi, Co-CEO de Finerio Connect, startup mexicana de finanzas integradas.
Flexibilidad y dinamización
La simplificación de productos y servicios financieros debe tomar en consideración diversas aristas para impulsar al sector financiero de cara al futuro. Por un lado, pasa necesariamente por la utilización de un lenguaje claro, sencillo, entendible e intuitivo para los usuarios de la banca, tanto tradicional como disruptiva, lo que puede incluir procesos de alfabetización financiera en un país cuyos índices de educación en la materia se encuentran por debajo de 25%, de acuerdo a registros de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera del INEGI.
Por otro lado, se deben incorporar en la industria diversas interfaces de programación de aplicaciones (APIs) que flexibilicen y dinamicen las relaciones y procesos entre instituciones financieras para ofrecer a los usuarios servicios expeditos y convenientes. Todo esto pasa por procesos de simplificación de burocracia, incluso digital, para acelerar comienzos y conclusiones de trámites.
Modelos de transparencia y compartición de información financiera, como el del Open Banking, pueden contribuir a la elaboración de redes colaborativas en el sector, para que haya una transferencia constante de datos agregados y transaccionales de la banca y usuarios.
Beneficios para todos
“Se necesita una infraestructura adecuada para poder simplificar todos estos procesos. Es indispensable crear la arquitectura digital que permita un flujo acelerado de información, fundamental para ofrecer a los clientes de la banca productos y servicios de fácil entendimiento y muy sencilla contratación. Apostar por este tipo de simplificación será benéfico tanto para los usuarios como para el sector”, apunta Grassi de Finerio Connect.
Atender las percepciones de inseguridad y complejidad que tienen los usuarios sobre servicios de banca digital y tradicional es uno de los desafíos pendientes para la industria financiera en México. La simplificación de procesos se presenta, en ese sentido, como una tarea fundamental para la banca hoy en día.
“Aunque es un reto gigante; sin embargo, los avances tecnológicos contemporáneos nos permiten enfrentarlo como industria”, concluye el Co-CEO de Finerio Connect.