Los escenarios de crisis sanitaria han demostrado la importancia de que el sector salud cuente con un sistema capaz de brindar e integrar datos de los registros médicos y del planeamiento de recursos empresariales.
Por: Bruno Toldo, Chief Medical Information Officer, Infor Latam.
Los nuevos casos COVID-19 parecen haberse estancado en nuestra región, pero nuevamente observamos un aumento de estos en otras zonas geográficas como en China en este momento. En el caso de que este contexto nuevamente pueda ocurrir a nivel local, debemos tener presente que podría producirse el surgimiento de restricciones en la oferta de insumos, y también de los test PCR y de antígenos. Esta no es la primera vez que el sector de salud, gobierno y población precisan lidiar con este tipo de problema. Al comienzo de la pandemia, en 2020, faltaron respiradores, equipos de protección individual (EPI) y medicamentos como calmantes esenciales para el cuidado de los pacientes con respiración mecánica.
La necesidad de lograr reportes sobre la cantidad de insumos para informar a las autoridades genera más trabajo y presión a los equipos administrativos y operativos, que precisan lidiar con el aumento de casos entre los propios colaboradores que trabajan en la pandemia, originando de esta forma la escasez de personal. Este escenario muestra la importancia de que las instituciones de salud pública y privada cuenten con un sistema capaz de brindar e integrar datos de los registros médicos y del planeamiento de recursos empresariales con el objetivo de evitar la sobrecarga de trabajo y de los errores causados por la entrada duplicada de datos.
Es relevante que la salud no sólo la enfoquemos desde el ámbito de los cuidados y relacionamiento con el paciente, sino también desde una visión en donde la tecnología será el factor clave en la performance en dicho relacionamiento.
Los sistemas capaces de interoperar datos pueden determinar automáticamente el agotamiento de suministros con base en la documentación clínica. Además de eso, la utilización de suministros puede preverse considerando procedimientos agendados e internaciones hospitalarias, lo que permite un planeamiento y pedidos proactivos, acciones esenciales no solo durante la pandemia, sino también post pandemia para evitar desperdicios y la insuficiencia de elementos.
Hoy ya existe un sistema de costos basado en la performance, que tiene como foco todo el recorrido de salud del paciente, la calidad de la atención prestada y el desempeño clínico. Esto aumenta la importancia de la transparencia de precios y los gestores precisan entender cuáles son sus costos comparados con el estándar del sector, lo que también ayuda a identificar desperdicios, puntos de mejoría y la optimización de la cadena de suministro. Además de aquello, la reducción de costos y la eliminación de los desperdicios mejoran la atención a los pacientes y los resultados de la institución que presta el servicio.
Es así como hoy es clave mejorar la interoperabilidad de los datos, lo que también ayuda a las organizaciones del sector de salud a modernizar las interacciones con los pacientes y la adopción de una estrategia digital, que requiere varias integraciones personalizadas para permitan un mayor compromiso con el paciente. Esta es una de las funcionalidades más importantes de la estrategia “Digital Front Door”, lo que requiere de un sistema para los procedimientos del agendamiento de las consultas que también posibilita la grabación, transcripción de las interacciones, registro de estudios y exámenes, así como de cuidados suplementarios como fisioterapia y vacunación, además de la integración de documentación clínica y financiera, sin aumentar la carga laboral de los gestores, equipo administrativo y de tecnología.
En los últimos años el HL7 FHIR (Fast Healthcare Interoperability Resource), que es el patrón de interoperabilidad internacional más adecuado para el intercambio de datos basado en la web que utiliza APIs y análisis de datos, ha ganado espacio entre los desarrolladores de sistemas para el área de salud. Este patrón permite el desarrollo de muchas innovaciones con altos niveles de protección y seguridad de datos, como, por ejemplo, aplicativos que permiten la agenda de consultas sin que el paciente precise hacer una llamada, lo que también disminuye la carga de trabajo de los profesionales del área administrativa.
A pesar de que todavía la mayoría de las transacciones en la región ocurren en distintos sistemas que necesitan de una herramienta capaz de actuar como puente entre el viejo patrón y el nuevo, ejecutando una “traducción” en tiempo real, hoy los nuevos recursos ya están disponibles y permiten estar preparados antes de que llegue una nueva ola de COVID 19 o de alguna otra enfermedad que afecte la atención de las personas, sobrecargue a los profesionales y administrativos del sector de salud.
Por tal motivo, es relevante que la salud no sólo la enfoquemos desde el ámbito de los cuidados y relacionamiento con el paciente, sino también desde una visión en donde la tecnología será el factor clave en la performance en dicho relacionamiento, ya sea con niños, adultos y ancianos que buscan una atención médica apropiada y con una visión de futuro.