Muchas tecnológicas se moverán a la creación de tecnología que libere a China del yugo de debilidades que Estados Unidos puede explotar.
Por: Laszlo Beke | Presidente de la Junta Directiva de Beke Santos
China quiere su ciberespacio convertido en una herramienta de control gubernamental y de rejuvenecimiento nacional y cualquiera que se desvíe, persona o empresa, está siendo penalizada.
Progresivamente y en la medida que el estado toma control, las tecnológicas chinas están perdiendo negocios, puestos de trabajo y también la esperanza.
La mano dura está destruyendo el empuje emprendedor que convirtió a China en una potencia en tecnología y alejando de allí a los jóvenes más brillantes del país.
El mercado de trabajo está sufriendo una transformación mayor: muchos jóvenes chinos se están orientando al sector público buscando trabajos estables, aun cuando paguen menos. Pero sabemos que la burocracia nunca ha producido riqueza.
La regulación como control
El anteriormente vibrante sector está cayendo víctima de la enérgica campaña regulatoria. El gobierno ahora tiene mano libre para entrometerse de múltiples maneras en el manejo de las empresas y estos están temerosos de convertirse en los nuevos objetivos de la campaña.
El sector tecnológico – que era reconocido por el orgullo y la ambición – es ahora dominado por el miedo y el pesimismo, en la medida que las empresas recortan sus objetivos de crecimiento así como despiden a sus empleados jóvenes y muy bien educados.
El enfoque híper-político del gobierno chino tiene como objetivo tomar control del sector y no asegurar la competencia ni la protección de los usuarios.
La campaña está – rápidamente – acabando con la innovación, la creatividad y el espíritu emprendedor que convirtieron a China en una potencia tecnológica en la última década.
Está destruyendo empresas, los resultados de estas y los empleos que anteriormente solían atraer a los chinos más capaces y brillantes.
Resultados económicos de la campaña
El daño ya está ocurriendo: algunas empresas han tenido que cerrar, mientras que otras están sufriendo resultados decepcionantes o pérdidas gigantescas.
Veamos algunos ejemplos concretos:
- Las empresas que cotizan en la bolsa han perdido la mitad del valor de sus acciones.
- En el tercer cuarto del año pasado, la empresa china de tecnología más grande, Tencent, tuvo su crecimiento más lento desde el 2014.
- Las utilidades del gigante de comercio electrónico, Alibaba, cayeron 38% contra el año anterior.
- Didi, que era el emprendimiento de mayor valor en China reportó una pérdida de US$ 6.300 millones en los primeros nueve meses de 2021. A partir de julio, las autoridades impidieron que aceptara nuevos usuarios y ordenaron que fuera retirado de las Tiendas de Apps, a la espera de una investigación de ciberseguridad.
El negocio de educación en línea y tutoría, prácticamente desapareció cuando el gobierno decidió que eran cargas innecesarias para padres y niños, afectando el impulso que quieren darle al esfuerzo de recorte de la caída de la tasa de natalidad.
Cientos de miles de personas, y probablemente millones, han perdido su trabajo por ello.
Las redes sociales y las plataformas de entretenimiento han tenido que retirar contenidos e influenciadores populares, por el temor de los múltiples avisos gubernamentales que sus productos y estrellas son ideológicamente inapropiados para los jóvenes.
El gran problema del sector es una severa escasez de suministro de contenido y, si continúa, el país se convertirá eventualmente en un desierto cultural.
Las penalidades
- El pasado diciembre el ente regulador ordenó a las plataformas el cierre de 20.000 cuentas de los principales influenciadores.
- Alibaba recibió una penalidad de US$ 2.800 millones por competencia desleal en septiembre. A seguidas Meituan, el gigante del delivery de comida, recibió otra por US$ 530 millones.
- Weibo, la plataforma que se asemeja a Twitter recibió 44 penalizaciones entre enero y noviembre. Douban, que se dedica a crítica de libros y cine, tuvo 20 penalidades.
- Huang Wei, la principal influenciadora en la plataforma de Alibaba, fue castigada con US$ 210 millones por evasión de impuestos.
Para mostrar al poder su lealtad, muchas tecnológicas están tratando de moverse al área de creación de tecnología que ayude a que China se libere del “yugo” de las debilidades que Estados Unidos puede explotar, de acuerdo al gobierno chino.
Eso incluye semiconductores, nuevas energía y otros avances tecnológicos.
El paso no es fácil, ya que muchos científicos tienen el germen emprendedor que no podrán usar.
La competencia Estados Unidos-China
Las políticas abiertas llevan a grandes mercados, a la competencia entre las empresas y a intercambios de productos y personas.
En general, no solamente son las empresas en un país que liderice las que crean tecnologías y obtienen retornos por la innovación.
Hay un conjunto de países que tienen empresas de alta tecnología exitosas y en diferentes nichos.
También terminan beneficiándose los consumidores a nivel global, con mejores producto y precios más bajos:
- Los sistemas abiertos y competitivos maximizan la innovación global.
- Las inversiones tecnológica chinas son guiadas con una claridad estratégica, que impulsa las prioridades de inversión a través de fondos de inversión focalizados y buscando mejorar las capacidades militares. En China se está perdiendo la extraordinaria masa de empresas y personas que crearon el fenómeno tecnológico chico de los últimos diez años.
- El Departamento de Defensa de Estados Unidos ya no es el que impulsa las prioridades de innovación a través de la focalización de los fondos de investigación. Ahora, muchos de los avances provienen del sector privado y se conforman de acuerdo a las preferencias de los consumidores. Este aspecto sigue en pleno crecimiento.
- China además continúa su desarrollo y exportación de tecnologías que facilitan la vigilancia y la represión.