Muchos indicios apuntan a un mundo de trabajo Remoto-Primero (Remote-First), en lugar del Presencial-Primero.
En febrero de 2020 los estadounidenses trabajaban el 5% de su tiempo desde la casa. En mayo del mismo año la proporción aumentó al 60%, una tendencia que se repitió en otros países. Muchos indicios apuntan a un mundo de trabajo Remoto-Primero (Remote-First), en lugar del Presencial-Primero.
Independientemente de que una importante proporción de los trabajadores no tengan otra opción que ir al trabajo presencial, el 40% del tiempo de los trabajadores sigue haciéndose desde casa. Hoy, la mayoría de los trabajadores categóricamente prefieren el trabajo remoto.
Para mediados de octubre solo el 30% de las oficinas estaban ocupadas y desde Torino hasta Tokio, las áreas comerciales de las ciudades siguen estando más silenciosas que las residenciales. Los economistas están tratando de entender lo que significa todo esto para la productividad.
Las percepciones sobre el futuro de la oficina están cambiando. El año pasado los ministros del gobierno británico exhortaban a los trabajadores a regresar a las oficinas; ahora están callados.
Las empresas de corretaje de Wall Street, quienes han sido los más entusiastas defensores del trabajo presencial han bajado el tono de su retórica.
En las encuestas más recientes, los gerentes esperan que un promedio de 1,3 días por semana se trabajen desde casa, un 25% más que en Enero e incluso esa seguramente es una subestimación.
Por su lado, los trabajadores esperan que cerca del 50% de tiempo de trabajo se realizará en forma remota.
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Porqué trabajar remoto
Hay algunos factores que explican el predominio del trabajo remoto:
- Mucha gente sigue temerosa de contraer Covid-19 y desean evitar espacios públicos.
- En un mundo de escasez, los trabajadores ahora tienen mayor poder de negociación. No parece fácil convencer a un trabajador para que se transporte varias horas diarias por cinco días a la semana, cuando además se estima que ello equivale a un 5% de recorte salarial.
- También existe una posibilidad más fascinante, que el trabajo remoto sea más eficiente que el presencial.
Productividad
No todos los estudios indican un impacto positivo en la productividad. Específicamente, uno de ellos plantea que la disminución de la productividad se debe a los mayores costos incurridos en comunicación y coordinación. Como ejemplo, los gerentes que estaban acostumbrados a asomarse a la puerta de la oficina de un empleado encuentran que les cuesta transmitir aquello que quieren con precisión en forma remota.
Sin embargo, la mayoría de los estudios muestran resultados positivos. Solamente el 15% de los trabajadores opina que son menos eficientes en forma remota que presencial. En Canadá se encontró que más del 50% de los “nuevos trabajadores remotos” (aquellos que en la pre-pandemia trabajaban en forma presencial) reportaron que completaron la misma cantidad de trabajo por hora que antes y la tercera parte indicó que lograron completar más trabajo.
Los economistas no tienen claridad del porqué de la mayor productividad de los trabajadores remotos y estas son algunas de las posibilidades:
- Los empleados puedan focalizarse más en las tareas que en la oficina, donde existe la tentación de chismear con compañeros.
- El transporte hacia y desde la oficina reduce el tiempo disponible y genera cansancio.
- Los equipos de trabajo se coordinan en una forma más efectiva, por cuanto los trabajadores remotos usan más herramientas de colaboración como Teams de Microsoft y Slack.
El uso de las oficinas
Aún así, la popularidad del Remoto-Primero continúa siendo un enigma. Existe poca evidencia de un viraje hacia la opción “Totalmente-Remoto”, donde las empresas cierran sus oficinas en forma definitiva. Las empresas que lo están haciendo son una pequeña minoría, asimismo el número de empresas mudándose a Tulsa (que se ha posicionado como la capital global en el mundo) es pequeño. Es posible que sea una cuestión de tiempo antes que crezca la proporción de los Totalmente-Remotos.
Un estudio realizado por Nature Human Behaviour, sugiere que las empresas tienen razones poderosas para mantener sus oficinas, aun cuando las usen con menos frecuencia. Allí se analizaron las comunicaciones (incluyendo mensajes instantáneos y llamadas por video) de 60.000 empleados de Microsoft en 2019-2020. Las conclusiones fueron:
(a) el trabajo remoto hace la colaboración “más remota y en silos”,
(b) En trabajo remoto las personas interactúan más con sus contactos cercanos, pero menos con los miembros marginales de sus redes que pueden ofrecer nuevas perspectivas e ideas y eso probablemente afecta la innovación y
(c) la consecuencia podría ser que equipos totalmente remotos tendrán muy buenos resultados en el corto plazo, pero eventualmente sufrirán en la medida que la innovación se agota.
Por ello, parece que la solución es híbrida y es necesario desarrollar la mejor forma de colaborar en un mundo Remoto-Primero.
Muchos presumen que es suficiente que todos vengan a la oficina unos días a la semana, ya que esto permitirá que las personas se vean y hablen sobre sus ideas. Otros, apoyándose en evidencias más sólidas dicen que los gerentes deben ser más intencionados, reuniendo personas con el propósito expreso de discutir nuevas ideas. Las empresas tendrán que experimentar en la medida que se vayan acostumbrando a la nueva forma de trabajo y el arreglo específico pudiera depender del tipo de trabajo. Las oficinas seguirán teniendo un rol después de la pandemia – aún cuando estén principalmente vacías.
Se hace referencia a Remote-first work is taking over the rich world. También aparece en mi Portal https://bit.ly/3wiQNYr. La imagen es cortesía de piqsels.