Fue más grave la falla de 2019. Pero, esta vez, hubo más productos afectados, en momentos en que Facebook es observado por los legisladores.
Con información de Digital Too
Aunque en Twitter y otras redes sociales corrían rumores a final de este 4 de octubre de que la caída de Facebook, WhatsApp e Instagram era producto de un ataque de DNS, todo parece indicar que la explicación es más simple.
“Se dejó las llaves en el auto y lo cerró”, fue la muy técnica explicación que un analista de ciberseguridad le dio a la agencia Reuters al ser consultado.
La empresa, al final del día, le dio la razón y atribuyó a un “cambio de configuración defectuoso” la interrupción que afectó a los 3.500 millones de usuarios del ecosistema Facebook, y les impidió accede a sus redes sociales y servicios de mensajería como WhatsApp, Instagram y Messenger.
Incluso los usuarios de Oculus reportaron problemas en su conexión a los espacios de realidad virtual.
Sea cual sea la causa, la interrupción de Facebook es la más grande jamás registrada por el grupo de monitoreo web Downdetector y representó para la empresa una pérdida estimada en US$ 545.000 por hora, con lo cual podría acercarse e, inclusive, superar los US$ 3.300 millones.
Marketplace y Whatsapp
Eso en lo que se refiere al negocio publicitario directo. Recordemos que Facebook es el segundo mayor vendedor de publicidad en línea.
Aunque todavía falta por ver si las empresas percibieron una merma en sus negocios por la falta de publicidad, hasta ahora el mercado no parece haber sufrido demasiado.
Otra cosa será, probablemente, la evaluación de daños de los emprendedores y pequeños empresarios que utilizan el Marketplace de Facebook, WhatsApp e, inclusive, Instagram como canales para el contacto con sus audiencias/clientes.
Ni hablar de la gravedad para millones de grupos de empresas, colegios, comunidades, etc., que articulan sus comunicaciones en tiempos pandémicos a través de WhatsApp.
“Para cada pequeña y gran empresa, familia e individuo que depende de nosotros, lo siento”, tuiteó el director de tecnología de Facebook, Mike Schroepfer, en un reconocimiento tácito de que, probablemente, para esas personas el “error de configuración” fue mucho más grave que para el mismísimo Facebook.
Y es que no es necesario que alguien sea un poderoso influencer de Instagram para que la falla se ayer haya resultado catastrófica. De hecho, como siempre, mientras más pequeño el negocio, más vulnerable.
El cierre de un mal día
Visto así, es curioso que la caída de las acciones no superara el 4,9% que, si bien es la más grande vista por la empresa desde noviembre, esta en el rango de la que YA Facebook tenía ese día.
Y es que, durante el fin de semana, un nuevo escándalo sacudía la reputación de la marca Facebook.
Según un reporte de Reuter, Frances Haugen, quien trabajaba como gerente de producto en el equipo de desinformación cívica en Facebook, reveló que ella proporcionó documentos que han sido la base dd una investigación reciente del Wall Street Journal, la cual ocasionó una nueva audiencia en el Senado de los Estados Unidos la semana pasada sobre el daño de Instagram a las niñas adolescentes.
La ex ejecutiva está solicitando que se regule a las redes sociales para controlar el impacto en los jóvenes, como ya se hizo antes con la televisión.
Los analistas comparan la solicitud con las demandas en torno a las empresas tabacaleras, en las cuales llevó décadas demostrar que, efectivamente, sus acciones causaban perjuicios a las personas.
Todo ello en medio de dos semanas en que el mercado de Wall Street ha Visto importantes caídas y el desprendimiento de un número importante de acciones tecnológicas.
No obstante, TikTok, pero, sobre todo Telegram y Twitter pudieron sortear la ola de ventas con éxito gracias a la caída de Facebook.
Probablemente esta sea la única buena noticia con respecto al incidente.
¡Ah! Y que no fue una filtración: hasta nuevo aviso, datos y mensajes de los usuarios están a salvo.
Por lo menos.