En medio de todas las rarezas del año 2020 que aún estamos constatando, las energías renovables marcaron un récord de producción conjunta.
Una de las razones por las que los hidrocarburos y otras energías fósiles hn sido dominantes por tanto tiempo es que, en teoría, es más fácil producirlas al punto de poder aumentarse su disponibilidad con relativa facilidad.
Eso no sólo es debatible sino que, además, la industria de las energías renovables está demostrando que hace esfuerzos por desmontar esto: tanto en costos como en cantidades.
Así, el año de 2020 no solo se convirtió en el año de la pandemia sino que, según director general de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), Francesco La Caméra, también fue el inicio de la década de las energías renovables.
Las cifras así lo indican:
- La capacidad energética renovable mundial aumentó en 260 GW en 2020.
- Esta cifra establece un nuevo récord, batiendo el anterior en casi un 50%.
- Más del 80 % de la nueva capacidad eléctrica agregada el año pasado fue renovable.
- 91% de las nuevas energías renovables están representadas por la solar y eólica.
En reporte oficial
Según el informe anual de IRENA, «Estadísticas de capacidad renovable 2021», el crecimiento total de los combustibles fósiles bajó a 60 GW en 2020 frente a los 64 GW del año anterior, lo que pone de relieve la continua tendencia a la baja de la expansión de dichos combustibles.
«Estas cifras cuentan una historia extraordinaria de resiliencia y esperanza. El gran reinicio ofreció un momento de reflexión y una oportunidad de alinear nuestra trayectoria con el camino hacia una prosperidad inclusiva, y hay señales de que lo estamos aprovechando», afirmó La Camera.
También destacó que el incremento de la cuota de energías renovables es, en parte, imputable al desmantelamiento neto de la generación de energía a partir de los combustibles fósiles en Europa, Norteamérica y también, por primera vez, en Eurasia:
- Armenia
- Azerbaiyán
- Georgia
- Federación Rusa
- Y Turquía
«Los costos bajan, los mercados de tecnologías limpias crecen y nunca antes se habían visto las ventajas de la transición energética tan claramente. Este impulso es imparable”, afirmó el vocero.
¿Futuro sustentable?
Aseguró también que, más allá de las complejidades del escenario actual y todo lo relativo al COVID-19, es un hecho que las energías renovables emergieron el año pasado con un ímpetu que promete mejorías en un futuro que ya no luce lejano.
De hecho, el incremento del 10,3 % de la capacidad instalada representa una expansión que supera las tendencias a largo plazo que apuntaban a un crecimiento interanual más modesto.
Al final de 2020, la capacidad mundial de generación renovable era de 2.799 GW, con la energía hidroeléctrica conservando la mayor cuota (1.211 GW), aunque la energía solar y la eólica van ganando terreno rápidamente.
Estas dos fuentes variables de renovables fueron las predominantes en la expansión de capacidad registrada en 2020, con 127 GW y 111 GW de nuevas instalaciones solares y eólicas respectivamente
«A pesar de todas las dificultades y la incertidumbre que trajo el 2020, la energía renovable emergió como un motivo de innegable optimismo de cara a un futuro mejor, más equitativo, resiliente, limpio y justo. Pese a las dificultades de este periodo, como predijimos, el año 2020 marca el inicio de la década de las renovables”, afirmó el CEO de IRENA.