La agilidad no es una moda. Se trata de un factor que gravita cada vez más en el éxito de las organizaciones.
De la mano del avance vertiginoso de la tecnología, el concepto de agilidad gana protagonismo en los ámbitos corporativos. El dinamismo que imponen los nuevos tiempos obliga a las empresas a dar respuestas mucho más rápidas y certeras. En ese contexto, aquellas que logren ser más ágiles obtendrán importantes ventajas competitivas.
Contra lo que algunos supusieron en un primer momento, la agilidad no es una moda, sino que llegó para quedarse. Lejos de ceder, la exigencia para las empresas continúa incrementándose, ya que las demandas de los clientes se tornan más complejas y, a la vez, deben ser satisfechas en plazos más exiguos.
Asimismo, la progresiva adaptación e incorporación de estas novedosas metodologías al ámbito de los Recursos Humanos, tiene como objetivo la creación de equipos de trabajo en los que se fomente el compromiso y motivación, la cooperación, y el consenso entre todos sus integrantes, de cara a conseguir las soluciones más productivas y de dotar de un mayor valor a los proyectos.
Para lograrlo, hay una serie de puntos clave sobre los cuales trabajar y mejorar:
- Velocidad en la toma de decisiones: para esto es fundamental contar con estructuras flexibles que agilicen la interacción entre los diferentes sectores e integrantes de la organización.
- Procesos simples: el foco en la simplicidad es una condición que puede marcar la diferencia entre una respuesta que llega a tiempo y otra que naufraga en el intento.
- Transversalidad: es necesario que la estructura permita el funcionamiento de equipos interdisciplinarios conformados por integrantes de distintas áreas.
- La tecnología como acelerador: el avance tecnológico no debe ser un problema ni un obstáculo. Por el contrario, la empresa debe “subirse” a esa ola, a ese impulso, para optimizar sus procesos y su relación con los clientes.
- Mayor apertura al riesgo: el empoderamiento y la confianza de los equipos servirá para que puedan tomar iniciativas que van más allá del mero cumplimiento de las metas establecidas, y que lo hagan con la seguridad de que cuentan con el respaldo de la organización.
- La importancia del liderazgo: líderes que promuevan maneras diferentes de hacer las cosas y que apoyen el error como una forma de aprendizaje contribuyen a promover e incrementar la agilidad.
Meta4, impulsa la agilidad como uno de los factores centrales de la performance de las compañías en esta etapa, a la vez que reconoce la importancia de los departamentos de Recursos Humanos para desarrollar metodologías ágiles, asumiendo este reto lo antes posible.
“Es hora de que las organizaciones promuevan metodologías mucho más creativas e imaginativas, que se den un espacio para pensar de manera diferente a como lo hacen habitualmente. La misión de los proveedores de tecnología es acompañar y facilitar esos procesos para que sus protagonistas puedan obtener los mejores resultados”, explica Maribel Cano Fernández, Latin America Marketing Manager de Meta4.
La apertura de este tipo de instancias es indispensable para que cada empresa experimente su propia transformación, aproveche el factor tecnológico y reformule sus procesos internos. Interpretar y satisfacer las necesidades de los equipos de trabajo y, alinearse a este tipo de tendencias representará, cada vez más, la diferencia entre el éxito y el fracaso.