El profesional del Digital Workspace debe actuar como gestor del propio trabajo. Las herramientas de colaboración evitan el aislamiento social.
Por George Paiva
Director de recursos humanos en América Latina de Orange Business Services
La tecnología y el capital humano nunca estuvieron tan cerca como ahora, en la Era de la Colaboración. Con diversas tecnologías que permiten optimizar el tiempo, disminuir costos y aumentar la productividad, las oportunidades de trabajo remoto ganan más espacio y adeptos en todo el mundo.
La definición de home office no implica sólo cambiar el lugar de trabajo: estamos hablando de un profundo cambio de hábitos que involucra:
• Horarios
• Relaciones interpersonales
• Ocio
• Y Forma de ver la vida.
Para que este movimiento sea posible, la empresa debe poner a disposición el acceso a la información, herramientas y recursos a los que, antes, era solo posible acceder en las oficinas.
Al mismo tiempo, el perfil de ese profesional también se transforma:
• Comienza a ser responsable de producir desde donde esté.
• Y su trabajo va ser medido por resultados, no más por el modo de trabajar.
Perfil recomendado
Hay algunas características básicas que deben estar presentes en los colaboradores remotos:
• Conocer el trabajo y las herramientas
Además de saber cómo realizar su tarea, el profesional debe dominar las herramientas que le ayudarán a ser más productivo.
Para que los resultados sean de acuerdo a lo esperado, también debe conocer muy bien la organización en la que trabaja: sus procesos operativos y de colaboración.
● Gestionar los resultados propios
Para alcanzar la productividad esperada, corresponde al propio trabajador remoto hacer su auto-evaluación, ya que tener un alto nivel de rendimiento es esencial para mantener esta condición.
A pesar del concepto de colaboración, la necesidad de supervisión y ayuda de sus colegas debe ser menor en un digital workspace. Del mismo modo, el tiempo de intercambio de información y reuniones será optimizado y mejor aprovechado.
● Controlando el propio tiempo
El teletrabajador es más sensible a la distracción y dispersión. Tener una agenda de actividades y un lugar adaptado dentro de su casa son consejos precisos para mantener la autodisciplina y evitar la dilación de tareas.
Los cambios también deben ocurrir a nivel psicológico del trabajador. A pesar de ser una buena opción para aumentar la calidad de vida, el home office exige que el profesional se adecué a las nuevas formas de interacción social.
Evitar la soledad y el aislamiento en el ejercicio de las actividades de trabajo es el gran desafío que los digital workspaces imponen a las personas.
Una buena alternativa es pautar encuentros periódicos entre colegas y clientes, así como participar activamente en redes sociales y grupos corporativos.
No se trata, de hecho, de un cambio de tecnología, solamente.
Es una ruptura de paradigma en la forma de encarar las relaciones de trabajo y sociales.
De encarar la vida.