En el 2016 veremos avanzar la tendencia que intenta imponer la e-SIM y desaparecer las actuales tarjetas.
Ya Apple y Samsung (en conjunto y no enfrentados) vienen trabajando sobre este objetivo. Por no son las únicas ya que la fabricante china de smartphones Xiaomi también está favoreciendo que esta medida se popularice.
Con esa tracción halando la tendencia no sorprende que, durante el pasado Mobile World Congress, la GSMA anunció que las tarjetas SIM quedarían obsoletas y que los usuarios deberemos prepararnos para la desaparición de esa tarjetita que, en la actualidad, ningún teléfono deja de solicitar en el momento en que se enciende.
No obstante, el proceso de extinción no es – aún – inminente y, como los “apagados” analógico se prolongará en el tiempo sin importar cuándo empiece.
Empoderamiento de usuario
Así, la primera fase de la “extinción”, negociaciones reveladas por Financial Times señalan que el acuerdo entre Apple y Samsung plantean – inicialmente – crear un modelo de SIM estándar: la misma SIM para todos los operadores, sin importar si el fabricante es… cualquiera de los dos.
Esto tiene la ventaja de que, si la SIM es neutra, la portabilidad se aproxima a la de la e-SIM: los usuarios pueden cambiar de proveedores (y tarifas) al moverse entre países. Y ese empoderamiento es justo lo que se está buscando.
No obstante, los señalamientos de GSMA apuntan a que, el objetivo final es dar paso a las múltiples ventajas de la e-SIM.
Las más importantes serían:
- Adiós a las mañanas o tardes perdidas resolviendo problemas de portabilidad como robo y extravío;
- Facilita gestionar diferentes SIM y tarifas desde el propio dispositivo;
- La e-SIM es un paso mas hacia la domótica y la IoT. Con un móvil conectado a la red de manera completamente remota, el Internet de las cosas cobraría mucho sentido y supondría el fin de las barreras físicas.
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