Estamos en el futuro, en el año 2020 y más de 7 mil millones de personas en, al menos, 30 mil millones de dispositivos han creado 44 zettabytes de datos (o 44 billones de gigabytes). Los datos de un informe hecho por Gartner e IDC hace 5 años atrás han sido corroborados. El futuro llegó y los líderes en negocios, cinco años después ya están preparados para enfrentarlo.
Pero todavía estamos en el 2015 y el estudio global nos lleva rápidamente a un mundo en el que casi cada elemento de la vida será impulsado por datos. Si bien los negocios saben que pueden obtener valor de estos datos, el 49 % admite no saber cómo. Esto incluye que si bien el 70 % afirma que puede adquirir conocimientos de datos, solo el 30 % es capaz de tomar medidas según su información en tiempo real.
Las cifras continúan golpeando, y con dureza. El 52 % admite que no utiliza sus datos de manera eficaz o está ahogado en la sobrecarga de información y, solo el 24 % se considera “muy bueno” en la conversión de datos en información útil.
Mientras las empresas se preparan para satisfacer las cambiantes expectativas del cliente y de “ese futuro” que ya viene, el mundo evoluciona a un ritmo igual de acelerado. The Institute For The Future ha pronosticado cambios importantes en la forma en que la tecnología continuará transformando el mundo para 2024.
“La generación de información exige más de las organizaciones con la que interacciona”, afirmó David Goulden, director ejecutivo de infraestructura de información de EMC. Añade que los negocios “‘nacidos en la nube están impulsando este cambio de expectativas, y los negocios maduros deben redefinirse para adaptarse y continuar siendo relevantes”.
Por su parte, Rachel Maguire, directora de investigación del Institute for the Future cree que la misión es proporcionar una previsión práctica para un mundo que está experimentando cambios rápidos, y ayudar a convertir los conocimientos en acción
“Es fundamental que exploremos sistemáticamente las consecuencias a largo plazo de una era en la cual la información se encuentra en el centro de todo lo que hacemos, y nos reorganiza continuamente de maneras que aún no hemos imaginado. Las organizaciones especialistas en información del mundo, si están listas, impulsarán una de las transformaciones más importantes de la historia”.
Como conclusión puede decirse que hay señales firmes de un cambio hacia un mundo en el que casi cada elemento de la vida será impulsado por datos. Las personas y las grandes empresas venderán, donarán y comercializarán información en intercambios abiertos.
Los objetos inanimados cobrarán vida alrededor nuestro, tendrán mejor capacidad de respuesta y estarán más conectados. La inteligencia artificial mejorará la toma de decisiones en maneras jamás vistas. La información se comunicará y se absorberá a través de los diferentes sentidos humanos.
Los clientes podrán controlar mejor su privacidad con nuevas herramientas. En este nuevo orden mundial, el valor cambiará de los productos y los servicios a la información que estos generen.