Los extremos nunca han sido buenos. Esta afirmación popular ultimamente nos golpea de la manera más feroz y contundente, cuando vemos videos por Internet como los de las ejecuciones cometidas por el grupo radical musulmán, Estado Islámico (EI).
CIO América Latina/Mario A. Beroes Ríos
El último ejemplo es el del video del piloto jordano Moaz al Kasasbeh, de 26 años, incinerado vivo y que nos demuestra un nuevo frente de batalla de este grupo religioso radical.
La grabación no pudo ser improvisada. Cámaras HD, varios ángulos, primeros planos, música de suspenso de fondo, cámara lenta: Toda una ingeniería puesta en escena para grabar un escalofriante asesinato. Sería un perfecto set de grabación si no fuera porque todo lo que ocurre es cierto; y esta situación es de las que nos golpea, y donde más nos duele.
El grupo yihadista difundió el martes 4 un video en el que muestra cómo queman vivo al prisionero, que aparece vestido con una braga naranja, muy parecida a las que usan los presidiarios en las cárceles estadounidenses y en algunos países de Europa.
El aviador jordano, dentro de una jaula se le veía con un ojo morado y la mirada perdida, características de la persona que ha sido golpeado y,además,maltratado sicológicamente; quizás hasta drogado. El nivel de los detalles en la grabación es sorprendente. Enseguida aparecen los miembros del EI organizados, impecables, y cobardemente, con la cara tapada, además de muy bien armados.
“Los expertos en el estudio de este grupo fanático, señalan que la principal diferencia con otras organizaciones radicales yihadistas es su dominio de Internet y las redes sociales como altavoz para sus mensajes. Y dominar la web es controlar la imagen, bárbara, macabra, cruel…”, escribe Belén Ayala en El País de España, en su columna titulada “Un macabro videoclip de alta definición“.
El grupo terrorista publicó las imágenes en un clip de 22 minutos, aunque ya hay varios videos fragmentados. Además, este no es el primer video del EI donde el “asesinato en vivo” es mostrado con toda su brutal contundencia. El grupo radical ya ha subido varios videos a la red mostrando decapitaciones y fusilamientos.
Más adelante, uno de los jefes del grupo terrorista, prende fuego con una antorcha una gruesa cuerda que conduce a la jaula donde está el prisionero (probablemente su traje naranja ya estaba empapado en gasolina). Los gritos del piloto se oyen en simultánea con música religiosa. Tarda en morir: agoniza cubierto en llamas hasta desplomarse. Luego, con una retroexcavadora, el cuerpo del piloto es cubierto con kilos de escombros.
Para infundir más terror, el EI muestra de forma dinámica en la pantalla una lista de varios nombres de militares jordanos “buscados para asesinar”. Es su nueva estrategia para aterrorizar. ¿Será que las autoridades de los países islámicos necesitan más videos para convencerse de la barbarie y locura a la que se enfrentan?