Las industrias química, manufacturera y minera de América Latina son los objetivos prioritarios para los hackers, al ser un motor estratégico y económico de la región.
De acuerdo con un informe de FireEye, la mayoría de los ataques informáticos se encuentran motivados por objetivos financieros políticos y sociales, en los que los hackers cada vez utilizan métodos más sofisticados para robar propiedad intelectual o información privada.
La empresa dedicada a la detección de amenazas de próxima generación afirma que el delito informático sigue constituyendo una amenaza para las personas y empresas latinoamericanas, pues la población está cada vez más conectada a Internet, a la banca y sistemas de pago en línea.
En ese sentido, este delito observó un crecimiento durante 2013 en virtud de que los cibercriminales desarrollaron su propio malware y herramientas para llevar a cabo operaciones cibernéticas.
FireEye informó que las empresas de la región probablemente enfrentan espionaje cibernético por parte de actores que trabajan o están asociados con gobiernos de naciones en búsqueda de objetivos económicos, militares, políticos o sociales.
Ante ello, prevé que las empresas seguirán enfrentando amenazas de seguridad por parte de ‘hacktivistas’ que dependen de desconfiguraciones de sitios web, ataques distribuidos de denegación de servicios (DDoS) y otros métodos para llamar la atención por sus causas.
En Latinoamérica, FireEye observa el mayor número de eventos de Amenaza Persistente Avanzada (APT) en el sector de energía y de servicios.
“América Latina es un objetivo prioritario para los hackers que tratan de obtener información con respecto a tecnologías propietarias, procesos y precios que podrían ofrecer una ventaja en las transacciones de negocio”, dijo el director para América Latina de FireEye, Robert Freeman.
Los cibercriminales también tuvieron como objetivo los servicios financieros en busca de ganancias de eventos deportivos como la Copa Mundial de la FIFA, y de los protocolos de seguridad alojados dentro de los sistemas bancarios y de pagos en línea.