Tata Consultancy Services llevó adelante el estudio “Infraestructura para un desktop verde”, donde se evaluó a 75 clientes de desktop virtuales que utilizaron un servidor Dell con 2 procesadores de 8 núcleos, entre otras características, que actúa como un servidor central.
De acuerdo al informe, se comprobó que utilizar una computadora con un hardware de punta, puede llegar a procesar el trabajo de hasta 45 clientes virtuales, lo que conduce a la reducción de los costos de energía y mejora la eficiencia de las grandes empresas, generando beneficios operacionales y ambientales.
A medida que las organizaciones crecen, expanden su infraestructura informática y aumentan considerablemente el consumo de energía, las emisiones de carbono y los gastos generales de infraestructura. En este sentido, los desktops verdes empiezan a ganar protagonismo en las iniciativas estratégicas de optimización de TI, maximizando la eficiencia energética y reduciendo los desechos electrónicos a través del uso eficaz de los recursos de computación de escritorio, tales como CPU, memoria y discos duros.
Por su parte, los enfoques tradicionales a los escritorios verdes se centran sobre todo en concientizar acerca de las implicaciones de la huella de carbono, dependiendo de los usuarios para reducir el consumo de energía del escritorio. Sin embargo, asegurarse que los escritorios sean apagados luego del horario de trabajo no es suficiente, ya que con las actividades de backup y de mantenimiento programado durante las horas no pico, se anulan los beneficios de este tipo de iniciativas.
Por otro lado, los escritorios compartidos tampoco ofrecen resultados significativos debido a que el uso de memoria alta compromete la eficiencia de la máquina.
Otra preocupación es la gran cantidad de residuos electrónicos generada por los escritorios cuando su hardware y/o software se vuelven obsoletos. La renovación de equipos y programas sucede aproximadamente cada 3 o 4 años y contribuye al costo promedio total de propiedad de escritorio y operación.
Ante este panorama, la solución es, según el estudio de TCS, recurrir a una infraestructura de escritorio verde por medio de la virtualización y la consiguiente reducción del número de dispositivos que se emplean en las firmas. De esta manera, se reducen los gastos de funcionamiento de la organización (en inglés, organizational operational expenditure, OPEX) y los gastos de capital (capital expenditure, CAPEX) y se pasa a disponer de un grupo centralizado de recursos virtuales alojados dentro de las instalaciones seguras del centro de datos.
Otra conclusión del estudio es que los ahorros aumentan a medida que el número de escritorios virtuales crece. Una organización en expansión puede beneficiarse de los ahorros adicionales de energía y refrigeración sin comprometer la experiencia de escritorio de los usuarios finales, generando un aumento de productividad y reduciendo los costos y la energía.