El aumento de los códigos maliciosos para los dispositivos móviles es constante y sostenido, de acuerdo con uno de los últimos informes elaborados por el equipo de Investigación de ESET Latinoamérica, “Tendencias 2013: crecimiento vertiginoso del malware para dispositivos móviles”.
Dicha investigación se efectuó en el marco del décimo aniversario de haberse recibido la primera prueba de concepto de malware Cabir para dispositivos móviles en 2004.
Hoy nadie se sorprende cuando se habla del descubrimiento de nuevas amenazas para este tipo de dispositivos. Especialmente, para aquellos con sistema operativo Android, tal como se refleja en uno de los últimos informes elaborados por el equipo de Investigación de ESET Latinoamérica.
En el 2004, la empresa Nokia dominaba el mercado móvil con terminales para todos los bolsillos y su sistema operativo Symbian. Por aquel entonces, los códigos maliciosos eran exclusivos de los usuarios de PC con Windows y nadie pensaba que su móvil podía infectarse. Sin embargo, un joven investigador español que responde al seudónimo de Vallez vio posibilidades de crear una prueba de concepto de un malware propague en estos populares teléfonos móviles y más concretamente en aquellos que funcionen con Symbian S60.
Así nace Cabir o Caribe, una prueba de concepto en la que Vallez demuestra que se puede crear un gusano capaz de autorreplicarse saltando de móvil en móvil utilizando la conexión bluetooth. Esta muestra no realizaba acciones dañinas en el dispositivo de la víctima, ya que su finalidad era conseguir infectar la mayor cantidad de móviles posible a su alcance. Su único efecto dañino era la reducción de la duración de la batería de los móviles infectados, al tener constantemente conectado el bluetooth.
Esta investigación abrió los ojos a muchas empresas y usuarios, demostrando que estos dispositivos podían ser atacados de forma similar a la que ya padecían los ordenadores desde hacía años. Es importante recordar que Vallez realizó esta prueba de concepto para demostrar la posibilidad de infectar dispositivos móviles. De la misma manera, nunca la llegó a lanzar en un entorno real, sino que la envió directamente a las casas antivirus para ser analizada.
Sin embargo, los cibercriminales aprovecharon buena parte de su investigación para crear códigos maliciosos realmente dañinos. Meses después de la aparición de Cabir, se vieron muestras de malware como Skulls o Commwarrior, que tenían una finalidad delictiva.
En la actualidad, al ver cuáles son las amenazas existentes para dispositivos móviles, es notable su gran incremento y evolución. No obstante, el factor humano sigue siendo el eslabón más débil a la hora de proteger estos dispositivos. En ese sentido, la educación y concienciación, continúan siendo necesarias para evitar que estas amenazas continúen propagándose y causando daño.