De acuerdo con cable de EFE Futuro, desde febrero pasado las gigantes niponas inciaron un plan de inversiones conjuntas para la creación de una empresa que se decicará al desarrollo y diseño de chips empleados en los sistemas electrónicos de automóviles, electrodomésticos o teléfonos móviles, y subcontratará a otras empresas para que se encarguen de la producción.
La empresa conjunta cuenta con un capital de 50.000 millones de yenes (unos 488 millones de dólares), de los cuales Fujitsu aportará el 40 %, Panasonic el 20 % y el Banco de Desarrollo de Japón el 40 % restante, señaló el diario Nikkei.
Ambas empresas aportarán además unos 3.000 empleados a la entidad conjunta, la mayoría de ellos procedentes de Fujitsu, y transferirán a la misma sus derechos de propiedad intelectual relacionados con el desarrollo de chips semiconductores de cuarta generación, también conocidos como LSI.
El objetivo es unir fuerzas y optimizar así sus recursos en este mercado donde la competencia ha aumentado recientemente por el auge de fabricantes de Corea del Sur y de Taiwán, según apunta la radiotelevisión pública NHK en su web.
Dentro de este proceso de reestructuración, Panasonic también planea desprenderse de sus fábricas instaladas fuera de Japón, mientras que Fujitsu vendió recientemente su filial de microcontroladores y chips analógicos a la estadounidense Spansion, añade el mismo medio.
Fujitsu, por su parte, señaló hoy en un comunicado que por el momento “no se ha tomado ninguna decisión” sobre la fusión, aunque confirmó que ambas empresas “mantienen deliberaciones desde el pasado 7 de febrero”.