A raíz de la trágica desaparición del vuelo MH370 de Malaysian Airlines el 8 de marzo, Malasia ha pedido a ITU que elabore normas para facilitar la transmisión de datos de vuelo en tiempo real. La solución podría basarse en Big Data y la nube.
“Creo que los datos de las aeronaves, incluidos los de las cajas negras, podrían transmitirse en flujo continuo y almacenarse en centros de datos en tierra. Insto a la UIT a trabajar con las empresas privadas para buscar la mejor manera de controlar constantemente los datos de vuelo y lo que ocurre en la cabina de pilotaje. Con los adelantos de las TIC actuales deberíamos poder extraer y analizar esos datos sin necesidad de encontrar las cajas negras. Creo que una cosa tan simple podría haber marcado una gran diferencia. En este contexto, si bien es evidente que las tecnologías de la comunicación han evolucionado de manera espectacular en los últimos cinco años, las cajas negras son idénticas a las de hace 30 años”, declaró Ahmad Shabery Cheek, ministro de Comunicaciones y Multimedios de Malasia, en su alocución ante la sesión inaugural de la Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones de ITU.
“Quiero expresar mi más sentido pesar y mi preocupación por la incertidumbre que rodea al destino de las 239 personas a bordo del vuelo MH370,” declaró Hamadoun I. Touré, secretario general de ITU. “Debemos asegurarnos de que sea posible seguir los aviones en tiempo real a fin de que tan trágico y sin precedente incidente no vuelva a ocurrir. ITU se compromete a estudiar normas que aprovechen el potencial de Big Data y la computación en la nube más moderna.”
Todas las aerolíneas comerciales y los aviones privados están obligados a instalar y utilizar “cajas negras” para registrar diversos parámetros de vuelo. El registrador de datos de vuelo está concebido para grabar los datos operativos de los sistemas del avión, incluida la altitud, la velocidad, la aceleración vertical, el rumbo y la posición de los sistemas de control. El registrador de voz de la cabina de pilotaje graba la voz de la tripulación y los sonidos dentro de la cabina de pilotaje. Estos equipos de control dan a los investigadores datos esenciales sobre las causas de un accidente.
“ITU invitará a los fabricantes de aviónica y aviones, así como a los operadores de satélites y las aerolíneas, a trabajar sobre nuevas normas para el rastreo de aeronaves en tiempo real”, dijo Malcolm Johnson, director de la Oficina de Normalización de las Telecomunicaciones de ITU. “Compartimos la inquietud del ministro Ahmad Shabery Cheek y vamos a tomar medidas para solucionar este problema lo antes posible.”
“Inmarsat está más que dispuesta a colaborar con ITU para encontrar una solución global al problema que plantea el rastreo de aeronaves comerciales”, comentó Chris McLaughlin, vicepresidente para Asuntos Exteriores de Inmarsat, la empresa británica de telecomunicaciones por satélite que ayudó a encontrar indicios del posible rumbo seguido por el Boeing 777-200 desaparecido. “Está claro que para ello necesitaremos aumentar nuestros conocimientos en interés de los pasajeros y los operadores a fin de incrementar la seguridad en vuelo”. Inmarsat recibió el Premio Humanitario de ITU en 2012.
Francisco Carrasco, CIO America Latina