Facebook aspira a sortear barreras y se repone de sus errores para ser el “periódico a medida” de una audiencia milmillonaria, a la que entiende gracias a los algoritmos que se encuentran tras las bambalinas.
“No comprendemos per sé a la gente, lo que hacemos es simplemente crear una plataforma para que puedan comunicarse”, ha explicado en una entrevista con Efe el vicepresidente de Crecimiento y Análisis de Facebook, Javier Oliván.
El directivo ha indicado que, aunque cada usuario sienta que su experiencia en la red social se personaliza para él, no hay ejecutores: “detrás de bambalinas son todo algoritmos tratando de predecir cuáles son las mejores historias”.
Tranquilo y mesurado, este ingeniero oscense con formación empresarial en la Universidad de Stanford es la figura que está detrás de la expansión internacional de Facebook desde 2007.
En un repaso a la década de vida que acaba de cumplir la red social, Oliván habla recurrentemente de cómo ésta ha ido sorteando barreras y cómo habrá de seguir haciéndolo en el futuro: primero, salir de Harvard, luego del entorno universitario, después de Estados Unidos, más tarde del idioma inglés hacia otras lenguas y últimamente el viaje radical al móvil.
En esa nueva filosofía de “el móvil primero” se enmarca la iniciativa Facebook Creative Labs, un “paraguas para experimentar” con productos orientados al móvil que estarán interconectados con Facebook pero no “necesariamente” formar parte de su aplicación principal.
“En las interfaces de usuario de los teléfonos hay un espacio muy limitado, en contraposición con la web donde hay una gran pantalla y se pueden empaquetar de forma eficiente muchas cosas. (…) En el móvil las ‘apps’ deben tener objetivos muy específicos”, ha dicho.
La próxima meta en la que se ha empeñado Mark Zuckerberg es algo más que una barrera: que los dos tercios de población mundial sin internet pueda tener acceso a la red y para ello ha puesto en marcha junto a otras multinacionales la alianza internet.org.
Revisar los costes de internet, dar respuesta a las personas que tienen dificultad para leer o escribir o acoger idiomas infrarrepresentados en la red serán algunos de los pasos que haya que dar para conseguirlo, según Oliván.
“Es un reto gigantesco no sólo para nosotros, también para el mundo. (…) Los desafíos que vamos a encarar si realmente queremos llevar internet a todos son tremendos y vamos a necesitar a toda la industria“, ha apuntado.
Aunque el éxito de Facebook en audiencia y beneficios es innegable, el directivo ha reconocido que en el camino también ha habido “tropiezos”.
“Hemos cometido muchos errores. Si piensas en una compañía que ha crecido y se ha movido a la velocidad y la escala de la nuestra, sí nos hemos equivocado, pero hemos reconocido los errores públicamente y hemos pedido disculpas por ellos”, ha afirmado.
Oliván ha rehusado destacar cuál ha sido el error más grande de Facebook, aunque sí se ha referido, de forma general, a equivocaciones en lanzamientos de productos y a cómo se explicaron los cambios en las políticas de privacidad: “Nuestra intención era la mejor pero no tuvo la recepción que esperábamos”, ha matizado.
El vicepresidente de Análisis y Crecimiento de la red social ha resaltado que el fundador Zuckerberg es muy activo en el día a día de la empresa.
“(Zuckerberg) está muy implicado en todo el desarrollo de producto, se reúne cada semana con los líderes de cada área. Él aporta mucho a los productos que desarrollamos, contribuye con ideas sobre cómo deberían construirse, se asegura de su calidad y de la interfaz de usuario. Está firmemente involucrado”, ha indicado.
Oliván ha descartado que cotizar en Wall Street haya añadido presión a Facebook, aunque ha reconocido que la compañía ahora dispone de métricas y sistemas “más robustos” para medir las figuras que debe hacer pública.
“Si miras el ritmo de innovación que teníamos antes y después de convertirnos en una empresa cotizada en bolsa no hay diferencia. Seguimos innovando muy rápidamente, lanzando nuevos productos (…). Sin duda hay áreas donde ha impactado la disciplina que se impone, que nos ha hecho más fuerte, pero no en nuestro desarrollo de producto o en cómo de rápido innovamos”, ha sostenido el directivo.
Pese a los cambios, la diversidad de audiencias y las aspiraciones para el futuro, Oliván ha considerado que hay algo que sigue permaneciendo intacto en la ecuación: la motivación del usuario, quien “simplemente quiere conectar con la gente que le importa”.