Este año está siendo importante el despliegue del 4G por parte de Ericcson y Nokia en buena parte de Europa y creciendo en otras zonas del mundo, pero operadores como Telefónica y algunos fabricantes, ya hablan de 5G, pero exigiendo nuevas innovaciones mas allá de la velocidad.
Mientras que en varios países del mundo todavía no se ha extendido 4G o LTE (Long Term Evolution), empresas como el fabricante sueco, Ericsson, ya piensan en la tecnología 5G, de la que dice que no ofrecerá “sólo” enormes ganancias en velocidad, como creen muchos usuarios, sino que deberá responder a más necesidades.
Aunque oficialmente aún no se trabaja en el desarrollo formal de un estándar móvil 5G y no es probable que se comercialice ningún producto de estas características, al menos hasta 2020, incluso entonces, 5G no estará totalmente a disposición de todos los consumidores, según el CTO y vicepresidente de Ericsson, Vish Nandlall, que participó esta semana en la conferencia GigaOm Mobilize de San Francisco, en Estados Unidos.
Más incluso que en anteriores generaciones móviles, 5G tendrá que servir a dos señores, explicó Nandlall de Ericcson. Con sensores inalámbricos, equipamiento industrial y todo tipo de aparatos de consumo conectados a la red, en pocos años es probable que tengamos hasta 10 conexiones móviles por persona. Si 5.000 millones de seres humanos nos unimos al mundo móvil, estamos hablando de 50.000 millones de conexiones que la tecnología 5G deberá abastecer.
Obviamente, no todos esos dispositivos consumirán muchos megabits por segundo, reconoció el directivo. Por ejemplo, los sensores remotos pueden precisar conexiones más lentas para disponer de décadas de duración de su batería, mientras que otras piezas de la llamada “Internet de las cosas” podrían requerir mucha mayor fiabilidad que la que solemos tener cuando realizamos una llamada telefónica.
“De vez en cuando, las llamadas se caen y probablemente no es eso lo que esperamos cuando ponemos una aplicación industrial sobre una red”, subrayó Nandlall. “Por ejemplo, un dispositivo que maneja las compuertas de una presa debe funcionar correctamente y en el momento adecuado”, explicó el ejecutivo de Ericcson.
Los consumidores de ancho de banda más voraces no podrán quedarse atrás, sostiene el directivo sueco. A medida que se avance en el proceso de estandarización, 5G debería lograr 10 veces más velocidad que 4G, situando el máximo teórico en los 10 Gbps. Pero con el importante aumento de los usos móviles que se espera, los proveedores de servicios pueden repartirse sus redes 5G y dedicar sólo una parte de esa capacidad a lo que hoy llamamos Internet móvil, argumentó Nandlall de Ericcson.
En un ejemplo palpable del creciente rol del software en el mundo de las redes, 5G debería ser tan flexible que los operadores pudieran reprogramar y reconfigurar sus redes para adaptarlas a las diferentes aplicaciones, como también sostuvo el CTO de Ericsson. “Que cada uno acceda a distintas partes de la red, con diferentes tecnologías”, incluyendo modelos y niveles de modulación, apostilló el directivo que comparó esta arquitectura con la nube, en la que cada inquilino corre sus propias aplicaciones.
Además, deberá coexistir con redes 4G, además de Wi-Fi y otras tecnologías, que podrían incluir un futuro protocolo ligero especialmente diseñado para comunicaciones de máquina a máquina.
Cuando migren a 5G, los operadores deberán mantener bajos los costes de los datos móviles, indicó Nandlall. La mayoría de los consumidores no han apreciado hasta ahora bajadas en sus costes por utilizar 4G y, en cambio, su consumo sigue en aumento, reconoció el CTO. La eficiencia de la red ha reducido el coste por megabyte entregado hasta en un 50 por ciento al año, y eso no ha rebajado la factura mensual de los abonados, ya que la media de consumo de datos se duplica cada año, concluyó el directivo.
Stephen Lawson, IDG News Service