Nube y movilidad, son dos conceptos que entre otras tendencias, plantean nuevos retos, que obligan a las compañías a redefinir sus estrategias y a mostrar tanto la capacidad de adaptación de la empresa como la de sus CIOs, quienes tienen que acostumbrarse a su nuevo rol.
Nube es un tema cada vez más instalado: de acuerdo a un estudio reciente, el 50% de las compañías del mundo ya utilizan la nube, mientras el 41% evalúa hacerlo en un futuro cercano. Y de la mano de este cambio, vienen otros: según un nuevo informe de Emerson Network Power, para el que se consultó a 560 directores de TI y ejecutivos de TI de compañías con 500 o más empleados en Estados Unidos, Latinoamérica, Europa y Asia, el 78% de los latinoamericanos consultados esperan cambios importantes en su rol durante los próximos 5 años; en tanto, sólo el 10% se ve como impulsor del futuro de sus negocios.
Hoy, la función del CIO debe ser rediseñada. Las nuevas tecnologías, que apuntan, al igual que en otras áreas de la vida, a la tercerización de ciertos servicios -un ejemplo claro de esto pueden ser los Data Center alojados en la nube- hacen que los especialistas en tecnología, antes indispensables, ya no lo sean tanto y deban, entonces, redefinir su función en la compañía, profundizando más su perfil de hombre de negocios que el de experto. Esto, sin dudas, es un gran desafío para los CIOs, quienes deben moverse de su zona de confort para salir a conquistar, con su expertise como capital, nuevas áreas y ampliar su horizonte.
La movilidad es otra de las características de esta era que, con la nube como socia principal, aceleró la descentralización física y la necesidad de acceder a la información de la compañía, incluso en pleno tránsito. Parte de la resignificación del trabajo de los CIOs es también poder aportar soluciones eficientes para la empresa, referidas a la seguridad, la estructuración de datos y demás ítems fundamentales para el éxito del negocio, cada vez más atravesado y dependiente de las nuevas tecnologías. Anticipar las necesidades de los usuarios y pensar maneras innovadoras de aplicar estas herramientas serán otros de sus retos.
Varios datos confirman esta tendencia. Sólo a modo de ejemplo, KMPG recabó las opiniones de 806 directivos de empresas y el 81% de la alta dirección a nivel mundial migró algún área de su negocio a la nube sólo durante 2011. En tanto, pra el 50% de los consultados, la seguridad del cloud computing era la mayor preocupación.
Por último, para los directivos y CIOs de las empresas, el desafío planteado es evitar quedar rezagados, sumándose al cambio que plantean estas nuevas tecnologías, en respuesta a las demandas de hoy. Así, migrar a la nube es una meta que ya no debería ser cuestionada, en pos de los beneficios que esto trae: accesibilidad remota, flexibilidad, ampliación de los horizontes, respeto del medio ambiente, y ahorro de energía, infraestructura, espacio y dinero, entre otras cosas.
Por Hernan Calderale, VP of Sales , CA Technologies SOLA