La investigación ha demostrado que el promedio de vida de una empresa es menor que la de un humano. A la edad de 40 años, la empresa típica está preparando su obituario.
Hay algunos, sin embargo, que crean un nuevo camino. En general, las empresas que adoptan el riesgo y crean cambios pueden sobrevivir efectivamente una crisis de mediana edad; éstas continúan prosperando bien en sus años dorados porque dominaron algo más grande, más significativo: la innovación.
De acuerdo con el estudio de la Universidad de Pensilvania, “Innovation and Markups: Firm Level Evidene”, al innovar dentro de las empresas se logra un incremento del 2,8% en procesos de producción y un 3.9% en productos. Pero, ¿cómo una empresa logra ser innovadora para alcanzar estas metas?
La innovación puede venir de cualquier persona u organización que tiene una visión y se ha comprometido a crear valor. La innovación no está necesariamente relacionada con las inversiones de varios millones de dólares o productos radicalmente nuevos y sofisticados. Se trata de crear productos y servicios diferenciados.
Para crear este valor año tras año, es esencial tener dos elementos: en primer lugar, se debe tener la capacidad de llegar a nuevas ideas creativas. La creatividad, a menudo, se fomenta a través de la diversidad del equipo de trabajo. Con la construcción de equipos con diversos grupos étnicos, edades, condiciones sociales y de género, se beneficiará de una variedad de puntos de vista, también permitirá que los empleados no sólo trabajen con sus cabezas, sino también con sus corazones.
En segundo lugar, se debe abrazar el espíritu empresarial. Es necesario tomar riesgos para llevar las nuevas ideas al mercado y a menudo, incluso, interrumpir sus propios modelos de negocio. Es importante construir redes fuertes en toda la organización y con los socios de la cadena de valor.
La creatividad y el espíritu empresarial son los dos fundamentos claves en la construcción de una empresa innovadora.
La innovación continua es esencial para un crecimiento rentable, especialmente en el mundo de hoy, donde las empresas globales se enfrentan y seguirán enfrentando enormes desafíos. Ser innovador es fundamental para el éxito. De hecho, ser innovador es la única forma en que nuestras empresas y organizaciones sobrevivan.
Sophie Vandebroek, Director de Tecnología (CTO) y Presidente del Grupo de Innovación de Xerox