Todos somos testigos de la controversia actual sobre los trabajadores remotos y mĆ”s especĆficamente, sobre las ventajas (o desventajas) empresariales de trabajar lejos de la oficina y del equilibrio entre la vida laboral y familiar que la fuerza de trabajo actual estĆ” pidiendo.
Hemos escuchado argumentos vĆ”lidos a favor y en contra de esta forma de trabajo. La realidad es, como muchas organizaciones han ido descubriendo, que existen tanto beneficios Ćŗnicos como riesgos y costos al apoyar a los trabajadores remotos. En este sentido, la mejor prĆ”ctica posible es Ā hacer un plan conjunto para ambas tendencias, especialmente si se tiene en cuenta que cada trabajador remoto es al mismo tiempo un colaborador mĆ³vil cuando no se encuentra en su escritorio remoto.
Muchas empresas han identificado que uno de los principales problemas con el trabajo remoto es que las personas pueden perder su espontaneidad. Esto trae como consecuencia la pĆ©rdida de agilidad y velocidad de los negocios; las preguntas son mĆ”s difĆciles de responder, los problemas toman mĆ”s tiempo en superarse, las ideas son mĆ”s difĆciles de compartir y la toma de decisiones es mĆ”s demorada.
Lo cierto es que tendemos a comunicarnos espontĆ”neamente, Ā ya sea en el dispensador de agua, frente a la cafetera o la impresora, en los pasillos, almorzando o mientras esperamos por el ascensor. Todos estos son momentos y acciones de espontaneidad que suceden cuando tenemos el tiempo y el espacio para colaborar con otros y los cuales mejoran enormemente con nuestro toque personal.
El paradigma de los trabajadores remotos es que llegamos, por defecto, a aislarnos en nuestro propio espacio fĆsico, sin un acceso fĆ”cil a la colaboraciĆ³n espontĆ”nea. De la misma forma en que valoramos nuestro espacio fĆsico individual en el hogar o en la oficina, podemos beneficiarnos enormemente de tener un lugar donde podamos colaborar de verdad con otros, Ā de acuerdo con nuestras propias necesidades y requerimientos.
Pero, ĀæcĆ³mo podemos adecuar nuestra necesidad de un espacio personal con la colaboraciĆ³n espontĆ”nea? La soluciĆ³n a esto la hemos llamado āespacio personal de colaboraciĆ³nā.Ā Es una herramienta y es virtual. Ahora, los beneficios del trabajo remoto se pueden alcanzar, en su totalidad, con el uso apropiado de esta herramienta. Lo ideal es que este entorno de colaboraciĆ³n virtual tenga las siguientes caracterĆsticas:
1)Ā Ā Ā Ā Ā Que estĆ© siempre disponible
2)Ā Ā Ā Ā Ā Que sea Intuitivo para el usuario y viral para la organizaciĆ³n
3)Ā Ā Ā Ā Ā Que sea Accesible en cualquier lugar, desde cualquier dispositivo (PC o MĆ³vil)
4)Ā Ā Ā Ā Ā Que tenga mĆŗltiples modos de comunicaciĆ³n: Chat, audio y video HD
5)Ā Ā Ā Ā Ā Que permita compartir contenidos (documentos) y visualizar el escritorio
6)Ā Ā Ā Ā Ā Que interactĆŗe con las soluciones empresariales de Comunicaciones Unificadas y las herramientas de flujo de trabajo empresarial, como correo y calendario.
7)Ā Ā Ā Ā Ā Que permita realizar conferencias con mĆŗltiples participantes y mĆŗltiples modos, tanto dentro como fuera de los lĆmites de la empresa
8)Ā Ā Ā Ā Ā Que brinde a los usuarios capacidades de moderaciĆ³n
9)Ā Ā Ā Ā Ā Que sea seguro
Afortunadamente, esta tecnologĆa ya estĆ” disponible y la implementaciĆ³n es mĆ”s fĆ”cil que lo que usted se imagina, especialmente cuando nos aprovechamos del poder de los sistemas de computaciĆ³n ya instalados en nuestros equipos de escritorio y en la consumerizaciĆ³n de dispositivos tecnolĆ³gicos. La soluciĆ³n tambiĆ©n es fĆ”cil de implementar para el departamento de TI y la red de datos, adaptĆ”ndose de manera dinĆ”mica a las condiciones de la red y al ancho de banda. Sin embargo, los mĆ©todos de licenciamiento e implementaciĆ³n Ā deben ser lo suficientemente flexibles sin importar si la conexiĆ³n se establece desde la red de la empresa o desde un servicio de video en la nube (VaaS)
Como resultado, la experiencia del trabajador remoto y su desempeƱo en los negocios mejoran dramĆ”ticamente. Las ganancias en productividad y la aceleraciĆ³n de los negocios son algunas de lasĀ consecuencias del incremento de las interacciones cara a cara (en alta definiciĆ³n), entre colegas, socios y clientes. Y lo mejor de todo, la adopciĆ³n no viene como un mandato de la empresa sino por la conveniencia del usuario y los efectos novedosos de su uso.
Las reuniones de video colaboraciĆ³n pueden iniciarse con sĆ³lo enviar un correo electrĆ³nico de invitaciĆ³n; o en tiempo real, al compartir un vĆnculo URL; mediante cualquier sesiĆ³n de chat o vĆnculo en redes sociales, que conduzca a este entorno de reuniĆ³n virtual. Las empresas incluso pueden publicar, como parte de su firma electrĆ³nica (en pĆ”ginas web o tarjetas de negocios), un pequeƱo cĆ³digo QR, que al ser escaneado, inmediatamente lo conecte con el espacio personal de colaboraciĆ³n.
RĆ”pidamente estĆ”n apareciendo nuevas aplicaciones para el āespacio personal de colaboraciĆ³nā; toda empresa vertical tiene una gran ventaja potencial y la oportunidad de capitalizar estas aplicaciones. Lo que empieza como un espacio de colaboraciĆ³n personal rĆ”pidamente se convierte en un espacio de colaboraciĆ³n grupal. Desde lobbies con recepcionistas āremotasā, salas virtuales de banco donde expertos en la materia pueden contactarse, hasta salas virtuales donde los estudiantes se unen a sus clases desde cualquier lugar y usando cualquier dispositivo, de manera simple y rentable. La tendencia de asistir y trabajar remotamente no va a desaparecer; seguirĆ” creciendo a medida que los beneficios para ambos, la empresa y las personas, continĆŗen siendo tan convenientes.
Por Rafael ChĆ”vez, LĆder en desarrollo empresarial de Comunicaciones Unificadas, Avaya LATAM