La compañía NPD DisplaySearch acaba de presentar una proyección de mercado que asegura que, este año, se venderán por primera vez más tablets que portátiles. “Las primeras superarán los 240 millones de unidades en todo el mundo, frente a los 207 millones de notebooks esperados”, asegura un blog de la consultora.
Los números son graciosos. Hay más formas de verlos y es fácil perderse algunos detalles de la foto o la visión global. Desde cerca, puede verse que los tablets son ya, de hecho, una amenaza para los portátiles, pero no es esa la imagen final.
Primero, hay que considerar qué es un tablet y qué un portátil y, por ejemplo, este análisis incluye tablets con tamaños desde 5,6 a 13,3 pulgadas. La cola del león de las ventas previstas recaen en el tradicional tamaño establecido por el iPad original, alrededor de 10 pulgadas, pero la aportación de los tablets más pequeños desvirtúa el análisis.
NDP asegura que los tablets de entre 7 a 8 pulgadas alcanzarán el 45 por ciento de las ventas este año, comparado con solo el 17 por ciento de los modelos con pantalla de 9,7 pulgadas, que corresponde solo a los iPads.
Lo cierto es que el éxito de los tablets este año tiene que ver con los buenos resultados de modelos como Amazon Kindle Fire, Samsung Galaxy Tab 7.0, Google Nexus 7, y el más reciente Apple iPad Mini. Se tratan, todos, de equipos de calidad a buenos precios, en torno a 200 dólares, por debajo de los notebooks más sencillos que superan los 250 dólares. Y, por ese precio, un tablet cuenta con una pantalla más plana y mayor densidad de pixels, es decir, mejor resolución. Por no hablar del mayor rendimiento de la arquitectura ARM, con sistema Android o iOS.
Por el contrario, un portátil dispone de mayor capacidad, cuenta con más herramientas de software estándar y de productividad, frente a las posibilidades de mensajería móvil, redes sociales o juegos que destacan a un tablet.