El filósofo Marshall MacLuhan describió alguna vez a la tecnología como un “proceso activo que reconfigura a las personas”.
Con esta frase el autor resumió la importancia del vínculo de la tecnología con el ser humano y la necesidad de abordar esa relación con una mirada conjunta e integral. En este sentido, a la hora de planificar una implementación de software es fundamental tener presente la siguiente premisa: el éxito del proyecto depende tanto de la capacidad técnica de la herramienta que ofrecemos como del equipo de profesionales que llevará a cabo el trabajo.
Desde el punto de vista funcional, una solución BPM permite la documentación, modelado, automatización y mejora continua de los procesos de negocio de una empresa, optimizando la gestión y la reducción de costos. Asimismo, la monitorización de dichos procesos asegura que se realicen conforme a estándares predefinidos, asegurando la calidad e integridad de los mismos. En definitiva, las soluciones BPM facilitan la mejora continua, automatización y simplificación de los procesos de negocio, optimizando sus tiempos y reduciendo el número de errores. Independientemente del enfoque técnico de cada implementación, el componente humano es imprescindible para afrontar proyectos de este tipo, ya que introduce profundos cambios en la cultura organizacional de la empresa que decide invertir tiempo y recursos. Siguiendo esta línea, queremos remarcar algunos conceptos útiles para desarrollar una mirada estratégica y orientada al negocio del cliente:
– Previo al inicio de la implementación, es muy importante realizar un relevamiento y diagnóstico de los procesos de la empresa.
¿Qué complejidad y criticidad tienen los procesos seleccionados?
¿Contamos con las herramientas adecuadas para definir esto?
¿Se encuentra identificada el área o sector dueña del proceso?
Esto permite evaluar el momento más oportuno para comenzar con el proyecto y así tener una idea certera del escenario en el que vamos a actuar.
– ¿Cómo responderán los profesionales de la empresa a los distintos cambios que una implementación BPM implican?
¿Se encuentra definido un frente, dentro del proyecto, responsable por gestionar el cambio, minimizando el impacto y asegurando el éxito de la implementación?
– ¿Cómo es la metodología y la cultura de trabajo que caracteriza a la empresa?
¿Conocemos en profundidad la realidad de su negocio?
Estos parámetros nos ayudan a aclarar el panorama previo a la implementación, considerando el impacto cultural que tendrá el trabajo a realizar. El ejercicio serio y profesional de estos aspectos determina, en buena medida, el éxito o fracaso del proyecto. La gestión de los procesos aporta herramientas con las que se puede mejorar y diseñar el flujo de trabajo para hacerlo más eficiente y adaptado a las necesidades de los clientes. No hay que olvidar que los procesos son realizados por personas y los productos y servicios tecnológicos son recibidos por personas. La relación entre el hombre y la tecnología no debe tratarse por partes. La visión, como alguna vez dijo MacLuhan, debe ser completa.
Gonzalo Fernández Pazos, Socio Director de Grupo Exi