Nueve meses después del anuncio de su adquisición por aproximadamente 12.500 millones de dólares, Google ha conseguido cerrar la operación una vez conseguida la aprobación de las autoridades chinas el pasado sábado, el último obstáculo que quedaba por superar para completar la compra.
El objetivo ahora es claro y simple, asegura Google en un comunicado: focalizar la actividad de Motorola Mobility en menos pero mayores apuestas y crear dispositivos para los usuarios de todo el mundo.
En la práctica, la absorción de la división de movilidad de Motorola supondrá para Google disponer de un fabricante de hardware propio con el que trabajar estrechamente en el desarrollo de dispositivos Android, en competencia con otros fabricantes que también licencian su sistema operativo móvil. Para ello Android seguirá siendo una plataforma abierta y Motorola Mobility operará como empresa autónoma respecto del negocio central de Google, con el cometido de desarrollar dispositivos que puedan competir con los del resto de fabricantes comprometidos con la plataforma.
Se desconoce, sin embargo, cómo Google planea utilizar el portfolio de patentes de Motorola, una de las principales razones de la adquisición. Solo se sabe lo que la compañía ha manifestado con anterioridad en cuanto a que se reserva sus derechos para utilizar todos los procedimientos judiciales disponibles contra sus homólogos que rechacen licencias RAND (en términos razonables y no discriminatorios, por sus siglas en inglés).
El nuevo CEO de Motorola Mobility, Dennis Woodside, lleva mucho tiempo trabajando para Google, primero como responsable de la expansión de la compañía en la región EMEA y actualmente como presidente de la región de América. Woodside ya ha contratado a diversos directivos procedentes de DARPA, Amazon y Nvidia para ayudar a conseguir potenciar las ventas de Motorola en la nueva etapa de la compañía.
Durante el primer trimestre del año, Motorola Mobility se situó en la octava posición del ranking de mayores fabricantes de móviles por número de unidades vendidas a usuarios finales, con una cuota del 2%, según Gartner. Asimismo, la cuota de Android en el mercado de smartphones creció hasta el 56,1%, gracias a Samsung, que acumuló más del 40% de las ventas de estos dispositivos.