Aunque la crisis energética ha comenzado a pasar, el interés en la llamada “computación verde” no decae. De hecho, es vista por muchas empresas como una posibilidad cierta de ahorrar dinero y mejorar la productividad disminuyendo el impacto de la actividad industrial y comercial sobre el ambiente. Para los consumidores, la computación verde representa una oportunidad de ayudar a salvar el mundo al tiempo que se rebaja la factura eléctrica.
La organización internacional Greenpeace sigue de cerca la actuación de los principales fabricantes de aparatos electrónicos para evaluar qué tan favorables al ambiente son sus procedimientos y productos, en una carrera cuyo máximo fin es el de reducir el daño ecológico. Algunos gobiernos y organizaciones supranacionales –como la Unión Europea– han tomado muy en serio la defensa del medio ambiente y han formulado algunas de las principales normativas para la eliminación del uso de materiales peligrosos en los dispositivos electrónicos.
PC World conversó con muchos fabricantes para conocer las iniciativas ecológicas que llevan adelante en la región, así como para estar al tanto de las investigaciones que desarrollan a escala mundial.
Al final, la decisión más importante es la que toma el usuario al momento de preferir algún producto o marca en particular y por eso en PC World le damos información para facilitar la toma de decisiones.
Afortunadamente, en esta difícil tarea de salvar el medio ambiente los usuarios cuentan con dos grandes aliados: el sentido común y Greenpeace. El primero les permite escoger y usar dispositivos que minimicen el impacto sobre el ambiente. El segundo les da una clara idea de qué empresas están preocupándose por mejorar su interacción con el planeta.
Actualmente se descartan entre 20 y 50 millones de toneladas de aparatos electrónicos al año, según estimaciones de Greenpeace. Son tantos desechos que si se ponen en contenedores y éstos se alinean, le pueden dar la vuelta al mundo, de ahí la gran preocupación de esta organización por que cada fabricante se ocupe de minimizar el impacto de la basura electrónica en el ambiente, restringiendo el uso de materias peligrosas en la fabricación de los dispositivos. Dentro de las estimaciones de Greenpeace, los desechos electrónicos pueden alcanzar hasta el 5 por ciento de la basura de una municipalidad, una cantidad comparable con los desechos de envoltorios plásticos, pero representan una amenaza mucho mayor (ver recuadro “Algunos peligros químicos”).
Este aumento de desechos electrónicos obedece a que los consumidores están actualizando sus televisores, teléfonos celulares, impresoras y computadoras más frecuentemente que nunca. De todos ellos, las computadoras y teléfonos celulares representan el mayor problema, ya que son los que cuentan con el ciclo de vida más corto. El crecimiento de estos desechos es tal que sólo en Europa aumentan entre un 3 por ciento y un 5 por ciento anualmente, hasta tres veces más que el crecimiento del total de los desperdicios, mientras que se espera que en los países desarrollados se triplique el monto de desechos electrónicos en los próximos cinco años.
Qué hay dentro de los dispositivos y a dónde van a parar los mismos
Los dispositivos electrónicos reúnen dentro de sí una gran mezcla de componentes y, especialmente, de materiales. Pantallas para desplegar datos, tarjetas electrónicas, baterías, teclas y carcasas plásticas coexisten con elementos más sutiles. Según señala Greenpeace, un teléfono celular puede estar constituido por entre 500 y 1.000 componentes diferentes, muchos de los cuales pueden contener metales pesados tales como plomo, mercurio, cadmio y berilio o sustancias químicas tóxicas como retardantes para fuego con base de brominio y hasta plástico PVC.
Estas sustancias, además de contaminar, ponen en serio riesgo la salud de los trabajadores que deben operar con estos al momento de fabricarlos o de disponer de ellos al final de su vida útil. En particular, la exposición al plomo y mercurio de niños y mujeres embarazadas reviste gran peligro.
La mayoría de los dispositivos electrónicos viejos suelen ser almacenados por un tiempo en espera de ser reusados, reciclados o simplemente desechados. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos estima que aproximadamente tres cuartas partes de las computadoras personales vendidas en el país están almacenadas en garajes y armarios, y cuando finalmente son desechadas terminan en incineradoras y rellenos sanitarios, o peor aun, terminan siendo exportadas a Asia.
Los equipos desechados en rellenos sanitarios suelen dejar escapar sus sustancias químicas con el tiempo y éstas terminan afectando el medio ambiente cercano a los mismos –especialmente las fuentes de agua potable– y aunque existen algunas regulaciones locales contra esto, aún muchos equipos terminan en los rellenos.
Si el destino de los equipos es la incineración, el resultado es aun peor, ya que ésta libera los metales pesados en el aire y en las cenizas generadas. El mercurio que se libera –por ejemplo– tiende a acumularse en la cadena alimenticia y termina siendo ingerido por los seres humanos donde se sigue acumulando.
En este esquema parecería que el reciclaje es la mejor opción, pero no siempre ocurre de ese modo. Muchos países desarrollados cuentan con legislación que prohíbe el reciclaje de plásticos provenientes de los desechos electrónicos, ya que éste suele tener retardantes para llamas basados en brominio, lo que puede liberar sustancias tóxicas al ambiente. Lamentablemente, este tipo de controles no existe en países menos desarrollados, que suelen recibir material de desecho para reciclarlo. De hecho, la exportación de desechos electrónicos se ha vuelto ilegal en casi todo el mundo, como una manera de asegurarse de que las empresas se deshacen de los deshechos adecuadamente. A pesar de esta prohibición, actualmente India, África y China reciben gran cantidad de basura electrónica que es reciclada por trabajadores no preparados (la mayoría de las veces incineran los componentes para recuperar los metales).
La clasificación como guía
Afortunadamente, desde la creación de la clasificación ecológica de empresas tecnológicas de Greenpeace en 2006, algunas cosas han mejorado. Las empresas, que inicialmente entraron a formar parte del estudio de manera voluntaria, han mejorado sus prácticas mes tras mes para lograr mejores calificaciones. Los parámetros de evaluación de las empresas son complejos y valoran tres aspectos principales: el uso de sustancias peligrosas en la fabricación de los dispositivos, las políticas de reciclaje de los dispositivos que han cumplido su ciclo de vida y, más recientemente, las políticas internas de las empresas para operar de manera más ecológica.
La última clasificación disponible al momento de escribir este artículo (es la edición número 10 del estudio, correspondiente al mes de noviembre de 2008) coloca a Nokia en el primer lugar con casi 7 puntos de 10; a un punto de distancia se ubican Samsung, Sony Ericsson y Toshiba. A éstas les siguen, menos de un cuarto de punto por detrás, FSC (Fujitsu Siemens) y LGE. Un poco más atrás, pero aun por encima de los 6 puntos, están Motorola, Sony y Panasonic. Cierran el desfile –por debajo de los 5 puntos– Sharp, Acer, Dell, HP, Apple, Philips (con una multa de un punto, ver recuadro “El desempeño de los fabricantes”), Lenovo, Microsoft y Nintendo, este último con una puntuación muy preocupante, por debajo de 1.
Los usuarios pueden usar esta clasificación como ayuda al momento de seleccionar sus nuevos dispositivos. Sin embargo, es recomendable que antes de tomar decisiones importantes –por ejemplo al comprar PC para una gran empresa– chequeen la última versión del estudio en el sitio Web de Greenpeace (www.greenpeace.org) y lean detenidamente la explicación de por qué los fabricantes ocupan los puestos en los que están, ya que muchas veces la puntuación es influida por el establecimiento o modificación de metas, que no necesariamente están implementadas en los productos que están en el mercado.
Lo que hacen las empresas
Más allá de las iniciativas reflejadas en el estudio de Greenpeace hay una serie de esfuerzos que realizan las empresas para ser más favorables al medio ambiente y que deben ser alentados por los consumidores. Desde iniciativas propias de reciclaje de basura, hasta políticas de premiar a los empleados ecológicamente responsables, los fabricantes intentan disminuir o neutralizar su impacto sobre el ambiente.
En el artículo de PC World en Español de octubre de 2008 llamado “Tecnología ¿verde?” mencionamos algunas de estas iniciativas llevadas a cabo en nuestra región. En esta ocasión hemos querido ir más allá de lo allí publicado y consultar directamente a las empresas para que ellas mismas comuniquen los esfuerzos que realizan, y que a continuación presentamos resumidos.
Intel
Intel está trabajando en pequeños sensores que puedan capturar energía de fuentes como luz solar y calor corporal para en un futuro poder usarla para cargar dispositivos electrónicos personales, como teléfonos celulares, dijo Justin Rattner, jefe de tecnología de Intel. La idea de la empresa es que se puedan utilizar los dispositivos casi indefinidamente sin necesidad de recargar la batería, usando sólo energía provista por el ambiente.
Dell
El fabricante de computadoras Dell cuenta con una fábrica de PC en Brasil y ventas en casi toda la región. Entre las iniciativas mundiales más importantes está la de la reducción del material de embalaje (ver recuadro “Empaques ecológicos”), la reducción del consumo energético de sus equipos en un 25 por ciento para el 2010 y lograr ser una empresa neutral en lo que a emisión de CO2 se refiere, mediante la disminución de generación del gas y la compra de energía limpia. Además, han implementado programas de reciclaje de sus equipos en Colombia, Brasil y México, y tienen planes para extenderlo a otros países de la región este mismo año. Cynthia Kahler, gerente de compromiso ambiental de Dell para Latinoamérica, destaca los premios y distinciones de la compañía, que incluyen un tercer lugar en el reciente informe Ceres acerca del cambio climático, y está entre las cinco primeras empresas en comprar más energía limpia en Estados Unidos.
AOC
AOC, la compañía que fabrica los monitores del mismo nombre y la línea de productos Envision, redujo el uso de materiales tóxicos e implementó políticas de reciclaje de materiales en sus fábricas de Brasil y México, a decir de Robert Vélez, gerente de Mercadeo de la misma. Pero Vélez señala que el compromiso de ellos va más allá al contar con una línea de productos que está diseñada para tener un bajo consumo de energía. Entre otras medidas, sustituyeron las tarimas de madera en las que se movilizan sus equipos –tarimas que se veían forzados a cambiar constantemente– por otras de plástico reciclable.
Palm
Palm, la fabricante de teléfonos inteligentes y PDA, cumple desde 2006 con las normas RoHS para evitar el uso de sustancias peligrosas. Además, está reduciendo el volumen del material usado en el empaque, incorporando material reciclable en un 95 por ciento del embalaje, eliminando CD de instalación e imprimiendo con tintas con base de soya y otros componentes agrícolas. Asimismo, se encuentra desarrollando programas de reciclaje en conjunto con terceros para implementarlos en toda la región, según informó Claudia Biershenk, especialista de Mercadeo de Palm Inc. para Latinoamérica y el Caribe.
Cisco
Liz Van Dyke, director de Ventas de Cisco Consumer Business Group para Latinoamérica, señala que la empresa está adecuando sus productos para que cumplan con las normas de ahorro de energía EnergyStar, al tiempo que buscan eliminar por completo el uso de metales pesados. Están mejorando el embalaje, disminuyendo los viajes por avión y auto de los empleados, así como optimizando los procesos de transporte de equipos. Además, la empresa alienta a los empleados a participar en programas de reciclaje de papel, plástico, baterías y equipos electrónicos.
SAP
SAP, el gigante germano de software –a pesar de no contar con “fábricas”– sí tiene soluciones de software que ayudan a sus clientes a manejar sustancias peligrosas de manera eficiente. Entre las soluciones están SAP Environment, Health & Safety (SAP EH&S) software, SAP Environmental Compliance, SAP REACH Compliance, SAP Recycling Administration. Jacqueline Montesinos, del área de comunicaciones corporativas de SAP, señala que la compañía realiza un informe muy completo de sustentabilidad empresarial donde “se explica a detalle las actividades implementadas, así como el informe que generamos el año pasado que describe nuestras emisiones de CO2 a escala global y, basado en esos resultados, hemos implementado prácticas para reducir vuelos [de empleados]; como manejamos el uso de energía en nuestras instalaciones; como ejemplo se puede mencionar que toda construcción nueva de SAP ha sido construida bajo las reglas y requisitos favorables al ambiente. En São Leopoldo, Brasil, tenemos un edificio, con certificado LEED nivel oro, lo cual significa que el edificio se ha construido en la manera más eficiente posible y funciona también tomando en cuenta las mejores prácticas de ser verde.”
Xerox
Xerox es una empresa con un gran compromiso hacia el ambiente, y desarrolla en sus laboratorios de investigación en todo el mundo diversos proyectos para mejorar la calidad del medio ambiente. En ediciones anteriores hemos resaltado sus investigaciones acerca del papel reusable, que es impreso usuando luz ultravioleta y se borra poco tiempo después, o los colectores solares mejorados, que incluyen una especie de lente de aumento para concentrar la luz sobre los elementos fotovoltaicos, mejorando así su rendimiento. Pero quizás su mayor apuesta está en la tecnología de impresión en color que están promoviendo actualmente: la tinta sólida. Según Xerox, el impacto de esta tecnología sobre el ambiente es sólo una fracción del causado por la tecnología láser. Después de imprimir 100.000 hojas en color, una impresora láser habrá generado hasta 72 kg de desperdicios, mientras que una impresora de tinta sólida sólo habrá producido 2 kg. Por si fuera poco, esta nueva generación de dispositivos cuenta con inteligencia que les permite detectar patrones de uso, para pasar, de manera automática, al estado de ahorro de energía. Según Jennifer Wasmer, directora de relaciones públicas para mercados en desarrollo de Xerox, la impresora se puede dar cuenta por sí sola de que a la hora de almuerzo casi nadie imprime y entrar al modo de ahorro de energía automáticamente. La inversión en la fábrica que produce esta nueva tecnología es de más de US$24 millones. Asimismo, otra fábrica nueva –con un costo de US$60 millones– desarrolla un nuevo tipo de tóner, llamado tóner EA o de Emulsión Agregada, que es menos contaminante y que requiere hasta un 25 por ciento menos de energía para imprimir una hoja. Xerox y su compañía asociada Fuji-Xerox han desarrollado una línea de más de 50 productos que usan esta tecnología.
Xerox cuenta con un centro de reciclaje en Brasil, que realiza readecuación de equipos usados, desensamblaje de equipos descontinuados y reciclaje de cartuchos y componentes. Cada mes se reacondicionan más de 20 equipos, se desensamblan 500 más y 127.000 piezas y cartuchos son reacondicionados. Xerox alienta también el reciclaje entre sus clientes: cada 50 cartuchos de tóner vacíos que son devueltos a Xerox son cambiados por un cartucho nuevo. Se espera alcanzar la meta de 30.000 cartuchos recuperados para el año 2008 [los resultados del año no estaban listos al escribir este artículo]. Otros esfuerzos incluyen el uso de stands y materiales de exhibición 100 por ciento reciclables, así como la flamante calculadora de sustentabilidad que mide el impacto general que las políticas de manejo de documentos de una compañía tienen sobre el ambiente, y brinda un estimado de los beneficios que se podrían obtener al mejorarlas.
Sony
Sony se encuentra trabajando en tecnologías que prometen cambiar la forma en que actualmente se provee de energía a los dispositivos electrónicos. Celdas solares compuestas de tinta fotosensible permitirán ser creadas de manera económica y con la forma que se necesite –gracias a que serán impresas en máquinas especiales. Otro desarrollo importante son las baterías biológicas basadas en azúcar, que simulan hasta gran parte el proceso en que los seres vivos obtienen energía desde la descomposición de la glucosa. Por último, una serie de productos conocidos como Odo aprovechan sus características lúdicas e invitan a los usuarios a manipularlos y generan energía cinética gracias a los movimientos que les aplica el usuario.
Panasonic
Panasonic, el fabricante de dispositivos electrónicos, tiene un estrategia verde fundada en tres bases: la reducción de la producción de CO2 con mejores fábricas y productos menos contaminantes, el fomentar el mejor aprovechamiento de los recursos y la promoción de ideas que ayuden a la ecología, conocidas como ecoideas. En este último renglón se enmarcan múltiples iniciativas que van desde movimientos internos de la compañía para sembrar árboles y reciclar basura, hasta lograr una reducción de la emisión de CO2 en los hogares de un 66 por ciento con un agresivo programa de combinar dispositivos con menor consumo eléctrico, uso de energía renovable (celdas solares, por ejemplo) y aislamiento térmico, entre otras técnicas.
Tripp Lite
Tripp Lite, conocida marca de equipos de protección eléctrica, asegura fabricar cientos de productos conformes con la directiva RoHS, incluso los sistemas UPS que se consideran exentos de la regulación. Esto se suma al programa de reciclaje de baterías, implementado en todos los países del Cono Sur, que busca facilitar su reemplazo aumentando la vida útil de los equipos, y favorece el reciclaje en cerca de un 95 por ciento, gracias a los materiales utilizados en su proceso de fabricación, según señala Sam Atassi, vicepresidente de Tripp Lite para Latinoamérica y el Caribe. Por el lado de los productos, sus sistemas UPS SmartOnline son capaces de simplificar el manejo del calor y ayudar a reducir el consumo de energía para centros de datos, según cifras de Morgan Stanley Research. Esto representa entre 25 y 40 por ciento de los costos operativos anuales de un centro de datos, según señala el ejecutivo de Tripp Lite.
APC
APC, otro de los grandes fabricantes de equipos de protección eléctrica, cuenta con su Línea G (por Green o verde en inglés) que cumple con todas las normas RoHS, y con tamaño y peso reducidos, lo que facilita el transporte de los mismos. Para el reciclaje de equipos usados, APC se basa en directrices propias, así como las de cada país, y en caso de contratar terceros para realizar estos procesos, se aseguran de que cumplan todas las directrices.
Algunos de los productos de APC incluyen un novedoso sistema de “toma principal” –donde generalmente se coloca la CPU– que es controlado constantemente. En caso de que esta toma no presente actividad (consumo) las demás tomas del dispositivo son también desconectadas, disminuyendo así el gasto de monitores y otros dispositivos que puedan quedar encendidos. Liliana Grisales, gerente de Mercadeo y Comunicaciones de APC para Centroamérica, Caribe y Andino, señala que la empresa ha estado comprometida con la Computación Verde desde hace mucho, y es uno de los miembros fundadores de la organización Green Grid. Además, desde la compañía han preparado importantes documentos para ayudar a los usuarios a adoptar políticas verdes, como el informe “Go green, Save Green, The benefits of Eco-Friendly Computing” (Sea verde, ahorre verde, los beneficios de la computación favorable al medio ambiente)
Pero las empresas de infraestructura tampoco son ajenas al movimiento de la computación verde. Panduit, fabricante de componentes eléctricos y de redes, ha adecuado todos sus productos al estándar RoHS. Además, la empresa apuesta al concepto de Edificio Conectado que permite manejar todos los sistemas de un edificio desde un solo punto, y tomar decisiones inteligentes que disminuyan el consumo energético. De hecho, están construyendo una nueva sede corporativa en Illinois aplicando esta solución, que permitiría al edificio alcanzar el nivel Oro de la normativa LEED.
Alcides León
QUOTES
El tiempo de vida útil de una PC en un país desarrollado, que era de 6 años en 1997, descendió a sólo 2 en 2005.
Greenpeace.com
El tiempo de vida de los celulares en países desarrollados, y muchos en desarrollo, es de menos de dos años.
Greenpeace.com
Actualmente se descartan entre 20 y 50 millones de toneladas de aparatos electrónicos al año
Greenpeace.com
Empaques ecológicos
Muchas compañías han optado por aplicar directrices verdes en lo que al empaque de sus productos se refiere, logrando ahorros y menos contaminación al mismo tiempo. Palm ha logrado disminuir el material usado en el empaque de su producto estrella, el Palm Treo, entre un 30 por ciento y un 40 por ciento, además de que el 95 por ciento del papel usado está libre de cloro y el 90 por ciento de la tinta usada está basada en productos agrícolas, como la soya, y es libre de PVC. Además, ya no incluye un CD de instalación en la caja, ya que el propio teléfono actúa como disco duro al conectarse por primera vez al PC y contiene todo el software necesario.
Dell, por su parte, también apuesta a esta estrategia para minimizar el impacto sobre el ambiente y en general ahorrarse más de US$8 millones en los próximos cuatro años. La meta es reducir en un 10 por ciento los materiales de embalaje de PC de escritorio y portátiles vendidas en todo el mundo, aumentar en 40 por ciento el material de amortiguación ecológicamente equilibrado (biodegradable) y para el 2012 asegurarse de que al menos un 75 por ciento de los materiales usados en embalaje sea reciclable. Además, la compañía explora otras formas de ahorrar embalaje, por ejemplo al despachar juntos varios servidores que hayan sido adquiridos por una misma empresa. Por último, en la dirección Web http://www.dell.com/greenprint hay un asistente digital en inglés que ayuda a las empresas a evaluar y dar prioridad a sus iniciativas verdes (pronto estará disponible en español.)
Cisco Systems, el fabricante de equipos de comunicación y redes, también está inmerso en un proceso de transformación de sus embalajes y espera que muy pronto todo el material usado sea reciclable y las tintas usadas biodegradables.
El desempeño de los fabricantes
Nokia mantiene el primer lugar en la clasificación de Greenpeace al obtener 6,9 puntos gracias a un extenso programa de reciclaje que incluye 5.000 puntos de recolección en 124 países. Sin embargo, este vasto programa sólo alcanza a un 3 por ciento a 5 por ciento del total de teléfonos fabricados. SonyEricsson se afianzó en el segundo lugar, con 5,9 puntos, gracias a un programa de “garantía ambiental” recién implementado, donde la compañía se compromete a deshacerse adecuadamente del teléfono al final de su ciclo de vida sin importar donde se encuentre el usuario. Aunque esta garantía sólo está disponible en EE.UU. y Taiwán por el momento, demuestra una preocupación legítima por el ambiente. SonyEricsson es la primera compañía en alcanzar la máxima puntuación en lo que a la eliminación del uso de sustancias químicas peligrosas se refiere.
Toshiba alcanzó el tercer lugar gracias al manejo energético principalmente. Amplio uso de energía limpia, así como un gran número de televisores vendidos que cumplen las normas EnergyStar impulsaron a la empresa. Samsung, en el cuarto lugar del estudio, tiene impresionantes políticas en cuanto al uso de sustancias químicas se refiere, así como en el manejo de desperdicios en la fábrica. La compañía además ha alcanzado tasas de reciclaje de 13,7 por ciento para televisores, 12 por ciento para PC y 9 por ciento para teléfonos celulares
En los últimos lugares destaca la baja puntuación obtenida por Philips, que pudo haber sido un punto más alta de no existir una penalidad desde hace meses por la promoción negativa de la empresa en contra de una importante iniciativa que responsabiliza a los fabricantes a disponer finalmente de los equipos, una vez cumplido su ciclo de vida.
Lenovo ocupa el puesto 16 de 18 a pesar de usar pocas sustancias químicas tóxicas, debido a un mal rendimiento energético y un mal implementado plan de reciclaje que se limita principalmente a los usuarios corporativos. Algo similar ocurre con Microsoft en el puesto 17, gracias principalmente a su bajo uso de sustancias químicas tóxicas, pero con grandes deficiencias en las demás áreas.
Por último, Nintendo logra la puntuación más baja, con tan sólo 0,8 y ocupa el lugar 18 del estudio debido a sus políticas no existentes para reciclaje, uso de algunas sustancias químicas peligrosas y un aumento de las emisiones de carbono de un 6 por ciento durante el último año.
Algunos peligros químicos
- Algunos de los retardantes de llamas basados en brominio que son usados en los circuitos impresos y en las carcasas plásticas no se descomponen fácilmente y perduran en el ambiente. La exposición prolongada a los mismos puede llevar a problemas de memoria y aprendizaje, Además, pueden interferir con el adecuado funcionamiento de la tiroides y el sistema de hormonas productor de estrógeno. Casos de mal comportamiento han sido asociados a exposición a estos compuestos mientras el feto está en el útero.
- Más de 100 toneladas de uno de estos retardantes de llamas, conocido como TBBPA, fueron usadas durante el año 2004 para producir 674 millones de teléfonos celulares. Se trata de una sustancia química neurotóxica.
- Los monitores CRT o de tubo catódico vendidos en 2002 contenían aproximadamente unas 10.000 toneladas de plomo. La exposición al plomo puede causar problemas intelectuales en los niños y puede afectar el sistema nervioso, la sangre y el sistema reproductivo de los adultos.
- El cadmio, usado en las baterías recargables para computadoras, y en los interruptores y contactos de los viejos monitores tipo CRT, se puede acumular en los organismos vivos y el ambiente y es altamente tóxico (afecta principalmente a los riñones y los huesos).
- El mercurio usado en los dispositivos de iluminación de las pantallas planas puede dañar el cerebro y el sistema nervioso central, especialmente durante el crecimiento.
- Compuestos de cromo hexavalente, usados en la producción de carcasas metálicas, son altamente tóxicos y pueden provocar cáncer en los seres humanos.
- El PVC es un plástico con cloro que es usado en algunos productos electrónicos y como aislante en cables eléctricos. Las dioxinas cloradas y los furanos se producen cuando el PVC es quemado. Estas toxinas son muy persistentes en el ambiente y son tóxicas, aun en bajas concentraciones.
Fuente: Greenpeace.com
Tiempo ocioso de computación al servicio de la humanidad
Un aspecto diferente de la computación verde contempla usar el tiempo ocioso de los equipos de computación para ayudar a causas humanitarias. En particular, IBM y la Universidad de Harvard están lanzando un proyecto para descubrir celdas solares más eficientes y de menor costo, haciendo uso de la World Community Grid, una iniciativa que es la red humanitaria pública gratuita más grande del mundo, con más de 413.000 miembros que representan más de 200 países y conexiones con más de un millón de computadoras.
Las fuentes de energía limpia, como la solar, podrían suministrar una gran cantidad de la energía del mundo y ayudar a eliminar nuestra dependencia de los combustibles fósiles –que es una de las principales causas del calentamiento global– si fueran más eficientes y pudieran desarrollarse a un costo más bajo para que estén disponibles más ampliamente.
Las celdas solares actuales basadas en silicio tienen una eficiencia de sólo 20 por ciento y tienen un costo de aproximadamente US$3 por vatio de electricidad generada. Un nuevo tipo de celdas alimentadas por energía solar que se está desarrollando está basado en plástico, no silicio, y representa una gran promesa, porque es flexible, liviano y, lo que es más importante, mucho menos costoso de producir.
IBM también realizará un piloto de World Community Grid en una nueva nube interna de la compañía, una red de servicios y software, para que cuando la nube no esté siendo totalmente utilizada pueda proporcionar más potencia de cómputo a la red. En el futuro, IBM piensa expandir esta capacidad a sus clientes de servicios de nube de cómputo si lo desean, para que puedan formar parte de esta investigación humanitaria.
“Los miembros de World Community Grid harán posible esta investigación debido a la cantidad increíblemente enorme de potencia de cómputo que recibiremos”, comentó Alan Aspuru-Guzik, investigador principal y profesor del Departamento de Química y Biología Química de Harvard. “Nos llevaría 100 días de tiempo de cómputo estudiar cada uno de los miles de compuestos en busca de propiedades electrónicas si no tuviéramos la potencia de World Community Grid. Con la potencia de cómputo gratuita de World Community Grid, aumentada por la computación en la nube, se estima que el proyecto realizará en dos años lo que hubiera tomado 22 [años] en un cluster científico regular.”
La investigación espera descubrir y aislar las moléculas orgánicas que, al combinarse, pueden convertir más luz solar en electricidad y así producir celdas solares en una forma mucho menos costosa.
“IBM cree que este nuevo e importante estudio impulsado por World Community Grid podría proporcionar al planeta una solución más inteligente al problema de la tecnología solar de bajo costo”, señaló Stanley Litow, vicepresidente de Ciudadanía Corporativa y Asuntos Institucionales y presidente de la IBM International Foundation. “Este proyecto marca una mayor dirección para ayudar a nuestra sociedad reduciendo nuestra dependencia de los combustibles fósiles para tener un impacto duradero con la esperanza de encontrar nuevas fuentes de energía limpia.”
Algunas ecoideas
En su campaña de ecoideas, Panasonic sugiere algunos consejos fáciles de seguir que ayudan al consumidor a convertirse en un “usuario verde”:
- Cambiar los bombillos por unos de bajo consumo o “ahorradores”.
- Reducir la basura en la casa, empezando a reciclar y reusar todo lo que se pueda.
- Emplear detergentes y jabones que sean ecológicos, ya que estas sustancias son muy dañinas.
- Elegir recibir todas las facturas de servicios que se pueda por medio del correo electrónico, algo que ahorra papel y reduce CO2 al eliminar el transporte de los mismos.
- Evitar el uso del aire acondicionado o al menos racionalizarlo, ya que a veces representa hasta el 50 por ciento del gasto de energía de un hogar.
- Desconectar todos los dispositivos que no se usen, incluso cargadores de celulares, televisores, etc.