Homogeneizar los monederos electrónicos, transparencia competitiva de los bancos frente a las startups, exigencia de innovación en los proveedores de pagos móviles, estas son algunas de las corrientes que protagonizarán el próximo año según iZettle.
El impulso que ha tenido en los últimos años el mercado de los pagos móviles parece que está haciendo que se consolide en la reestructuración del funcionamiento de las pymes, bancos y clientes particulares. Ante el inmenso potencial que suponen la cifra de 2.500 millones de usuarios de smartphones, comenzarán a aclararse las preguntas que suscitan los pagos a través del móvil.
Para Jacob de Geer, CEO de iZettle, entre las principales tendencias que traerá 2015 destaca la medida tomada por el presidente estadounidense Barack Obama, que impondrá el uso de tarjetas Chip&Pin, favoreciéndose el sector de pagos móviles y los proveedores europeos. En Estados Unidos todavía se utilizan, mayoritariamente, las tarjetas de banda magnética, un formato mucho menos seguro que el Chip&Pin, ampliamente establecido en Europa. Esto supone una gran oportunidad, sobre todo en el segmento de las pymes, para las compañías de pagos a través del móvil. Eso sí, una vez que sus sistemas sean compatibles con EMV. En este sentido, aunque existen rumores acerca de la llegada de Square a Europa, el panorama no está tan claro.
Y es que, la adopción de los estándares de EMV por parte de los Estados Unidos no significa necesariamente que todos los fabricantes con sede en el país puedan crear una solución inmediatamente (ya sea en términos de hardware o software) con la que automáticamente estén listos para entrar a competir en el entorno europeo, mucho más regulado que el americano. Al contrario, puede que sea más fácil para los proveedores europeos cruzar el Atlántico al contar con varios años de experiencia en EMV y una tecnología probada.
Además, con la urgencia por ofrecer servicios personalizados, incrementar la fidelidad de los clientes y obtener información de los mismos, cada vez más empresas ofrecen monederos electrónicos hechos a medida o aplicaciones de compras. En este sentido, el reciente lanzamiento de Apple Pay sería el caso más destacado, teniendo una respuesta positiva de los usuarios aunque el volumen de usuarios no es todavía muy elevado. Sin embargo, los compradores no quieren tener un monedero o una aplicación distinta para cada sitio en el que compren. Por otra parte, aunque Apple tiene un buen enfoque, la colaboración o no de los minoristas con la empresa será decisiva a la hora de que Apple Pay triunfe.La guerra de monederos móviles 2.0 continuará.
La revolución digital ha supuesto la aparición de competidores para los bancos en ámbitos que van desde los pagos hasta las transferencias internacionales y los créditos. Una de las ventajas de esta competencia para los clientes es que ha arrojado luz sobre la forma en que las entidades financieras realizan sus operaciones. Las startups pueden empezar desde cero, implementando un código y bases de datos para desarrollar las herramientas y servicios adecuadas. Los bancos, sin embargo, han de crear servicios que se adapten a una infraestructura mucho más antigua y a menudo oxidada, lo que resulta sumamente caro y difícil de llevar a cabo. Además, la transparencia que ofrecen las startups a sus clientes en sus modelos de pago contrasta totalmente con el tipo de comunicación tradicional de los bancos. Por todo ello, es previsible que más bancos renueven no solo lo que ofrecen en lo que se refiere a pagos, sino la forma en la que presentan sus costos.
Por último, las pymes exigen más innovaciones de los proveedores de pagos móviles. Uno de los mayores impactos de los pagos móviles es la posibilidad de acceso a tecnologías que antes estaban reservadas a las grandes empresas (procesamiento de tarjetas, analítica o programas de fidelización), con los que los que las pymes pueden ofrecer servicios que antes no podían. Por ello, aumenta la exigencia para los proveedores de pagos a través del móvil, que para sobrevivir, deben asegurarse de que sus productos se conviertan en un pilar clave de las operaciones de las pequeñas empresas y no sólo sirvan para facilitar pagos. Tienen que proporcionar a las pymes sistemas que les permitan reducir el tiempo y los costos invertidos en tareas administrativas de la compañía, aumentar su competitividad general, etc. La innovación será fundamental en 2015 para fidelizar al sector de las pymes.