Más allá de la multa histórica de US$ 2.700, Google intentará apelar buscando que este primer revés no alcance a Android y su sistema AdSense.
CIO AMÉRICA LATINA | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
Cuando uno mira el mercado tecnológico lo encuentra lleno de demandas y sanciones. Las palabras “abuso de posición de dominio parecieran formar parte misma del modelo de negocios del sector.
El caso de Google, sin embargo, es emblemático. El dictamen hecho público ayer por las autoridades de la Comisión Europea tienen el impacto de que no fue un proceso expedito: tras casi 8 años y la revisión de 5.2 terabytes de resultados de búsqueda, las autoridades han determinado que el buscador es casi un supermonopolio en o que a búsquedas se refiere y sólo el tamaño de la multa parece confirmarlo.
Para empresas que estaban antes como la recientemente extinta Yahoo! el señalamiento llega tarde.
Pero el mandato de que el buscador debe cambiar sus prácticas más allá del algoritmo nos habla de una batalla que apenas comienza y que podía dar al traste con la fuente del 85% del negocio publicitario de la empresa.
El algoritmo, el algoritmo, el algoritmo
Y es que todos los que trabajados con tecnología sabemos que Google frecuentemente cambia su algoritmo, enloqueciendo a todos aquellos que, repentinamente, pasan de las páginas 1 o 2 a la 8 o peor: perdidos en el mar de resultados.
Ahora, gracias a dictamen de Bruselas, Google podría enfrentar demandas tanto de competidores como de todo aquel que considera que el algoritmo lo perjudicó y deberá demostrar que los cambias que hacen no mantienen condiciones desventajosas para competidores y clientes. ¿Lo peor? Quizás tenga que divulgar el código fuente de su programa de búsquedas, lo cual (como pasa con las patentes) daría lugar a que otros puedan replicarlo. Fin de la exclusiva… ¿y del modelo?
“La decisión muestra la dificultad de regular empresas de internet basadas en algoritmos. Esta decisión sólo le dice a Google que aplique la ‘igualdad de trato’, no cómo hacerlo”, señaló a la agencia Reuters el catedrático de derecho en la universidad Fordham, Mark Patterson.
“La gente por lo general prefieren enlaces que los llevan directamente a los productos que desean, no a sitios web en los que tienen que repetir sus búsquedas”, fue el principal argumento de Google, descartado por las autoridades de Bruselas. Dejar de hacer lo que hace y de la manera en qué lo hace no es un cambio menor y podría llevar años de supervisión y más multas para la empresa.
Las que faltan
No obstante, para algunos analistas, lo peor del dictamen de “supermonopolio” es que podría ser un anticipo de los otros dos casos que la CE mantiene contra Alphabet por condiciones similares: plataforma de publicidad de AdSense y su promoción de aplicaciones y servicios relacionados con su sistema operativo Android.
Se espera que, visto lo ocurrido con las búsquedas, la plataforma AdSense se verá afectada aunque, debido a su posición en el mercado, puede que esto no reduzca demasiado el negocio de Google.
En cuanto a Android (sin duda dominante en su mercado), un dictamen similar representaría que los fabricantes de teléfonos podrían privilegiar sus propias aplicaciones (y funcionalidades) si ya no tienen que integrar en forma obligatoria Google Play. Sin duda, el mercado no sería el mismo.
De momento, las acciones de Google no parecen afectadas por los pronósticos. Quizás se deba a lo que decíamos al principio: las posiciones dominantes son “normales” en el mercado tecnológico.
También las multas. Y Google puede pagarla. Las demandas, sin embargo… Habrá que esperar la evolución del caso.
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