Aunque los conflictos comunitarios con Google parecen inacabables, la actual multa de US$ 2.700 millones pareciera querer ser legendaria.
CIO AMÉRICA LATINA | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
Pareciera ser parte de las tradiciones europeas el “roce” con las empresas tecnológicas estadounidenses. En realidad, entran en conflicto visiones del mundo y de asuntos como la privacidad, la transparencia y la competencia que han generado relaciones frecuentemente tensas.
Desde hace varios días fuentes vinculados a los organismos comunitarios de Bruselas advirtieron de que habría una multa “récord” para Google y este martes se ha confirmado el rumor.
¿La razón? El buscador deberá – además de pagar esta multa histórica – modificar su algoritmo, los resultados de sus búsquedas y dejar de ofrecer comparación de precios ante servicios rivales.
¿Por qué? Porque, según el dictamen de las autoridades de competencia de la Unión Europea, Google ha abusado de su posición dominante en el mercado de los motores de búsqueda para promover ilegalmente este “servicio”.
“Lo que Google ha hecho es ilegal según las normas de competencia de la UE y ha negado a otras empresas la oportunidad de competir por los méritos e innovar. Y lo que es más importante, ha negado a los consumidores europeos una oferta genuina de servicios y los beneficios completos de la innovación”, dijo en un comunicado la comisaria de Competencia del bloque, Margrethe Vestager.
En los próximos 90 días
Según reporta la agencia Reuters, no solo es la más alta impuesta por la autoridad comunitaria desde 2009 sino que, también, es el más grave revés regulatorio sufrido por la empresa desde que en 2013 autoridades estadounidenses lo obligaron a dejar de “recortar” opiniones y otros datos de páginas de internet rivales de sus propios productos.
La Comisión Europea le dio a la empresa 90 días para cambiar su forma o enfrentar multas adicionales de hasta el 5% de las ventas promedio diarias de la empresa matriz Alphabet por cada día que la infracción continúe.
Las autoridades regulatorias de Bruselas llegaron a la conclusión de que el buscador sistemáticamente le otorgó un lugar prominente en las búsquedas a su servicio de comparativas Google Shopping, siempre por encima de servicios equivalentes.
Destacaron los reguladores que incluso el servicio más concurrido aparece en promedio en la página cuatro de los resultados de búsqueda de la empresa. Los competidores vieron que su tráfico bajaba hasta un 90% como resultado del comportamiento de Google, dijo Vestager, mientras que la empresa ganó ingresos al llevar a los visitantes a su propio servicio.
Lo más importante, sin embargo, es que la empresa está obligada a cambiar su práctica y dejar de manipular los resultados. Además, continuará siendo monitoreada para verificar que cumple. ¿El fin de una era? Para Google, sin duda.
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